Hallado muerto en su celda el yihadista detenido en Alemania gracias a dos refugiados
Jaber Albakr planeaba un atentado de gran escala esta semana, según los servicios de inteligencia
Jaber Albakr, el supuesto terrorista islámico detenido el fin de semana gracias a la colaboración de dos refugiados sirios, ha sido hallado ahorcado el miércoles en su celda, según adelantó Der Spiegel y confirmó más tarde el Gobierno del Estado de Sajonia. El preso, también un refugiado sirio, había iniciado una huelga de hambre y estaba bajo vigilancia por riesgo de suicidio.
El ahorcamiento en la prisión de Leipzig del hombre más buscado de Alemania supone un fracaso evidente para los agentes que lo custodiaban y las fuerzas de seguridad del país. La policía sajona ya había recibido duras críticas esta semana por dejar escapar a Albakr en la mañana del sábado, después de que los servicios de inteligencia nacionales e internacionales desarrollaron una cuidadosa operación para detenerle en las cercanías de su vivienda de Chemnitz, al este del país. Además de otros fallos, incluso los vecinos del barrio habían notado la presencia de unos agentes que debían pasar inadvertidos.
El sospechoso logró huir del cerco policial y fue detenido un día más tarde en Leipzig, a 85 kilómetros de su residencia, gracias a la colaboración de dos compatriotas que lo acogieron en su casa y, al darse cuenta de quién era, lo ataron de pies y manos y lo entregaron a la policía. Los llamados héroes de Leipzig guardan el anonimato para evitar represalias del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) hacia ellos o su familia, que sigue en Siria. Ambos han recibido amenazas de muerte por parte de seguidores de ISIS.
La operación lanzada el pasado sábado para detener a Albakr llegó en el momento justo para evitar un atentado de gran escala en Alemania. Hans-Georg Maaßen, jefe de los servicios secretos para el interior del país, cree que el supuesto islamista ultimaba los preparativos para actuar esta semana, según dijo el miércoles al Frankfurter Allgemeine Zeitung. Según la información de los servicios secretos, el sirio de 22 años planeaba atacar uno de los aeropuertos de Berlín.
El ministro del Interior, Thomas de Maizière, respondió el miércoles a las críticas por haber felicitado a las fuerzas de seguridad, pero no a los sirios que lo capturaron. “Las personas que ayudan a funcionarios merecen elogio y reconocimiento”, dijo De Maizière en un tono lacónico, tres días después de la acción de los refugiados que permitió detener al supuesto terrorista. A las pocas horas de que el ministro pronunciara estas palabras, Albakr había muerto. "¿Cómo ha podido ocurrir esto?", se preguntaba en Twitter Volker Beck, portavoz de Los Verdes.
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