Dos españoles muertos en un tiroteo en Cabo Verde
Se trata de dos civiles que trabajaban en el matenimiento del destacamento militar atacado
Las autoridades de Cabo Verde han hallado este martes 11 cuerpos sin vida en un destacamento militar de la isla de Santiago. Dos de las víctimas son españolas. Fuentes diplomáticas han confirmado que se trata de civiles que trabajaban en labores de mantenimiento en la base, informa Miguel González. Según Europa Press, estas dos personas serían trabajadores de una filial de la empresa asturiana Duro Felguera en el país africano. Sus familias ya han sido informadas. Las mismas fuentes han indicado que las autoridades caboverdianas han transmitido a la Embajada española en Praia que trabajan con la hipótesis de que un soldado perturbado abrió fuego. Además de los dos españoles, las autoridades hallaron los cadáveres de ocho militares y un civil caboverdianos.
El lugar exacto del ataque es el monte Tchota, donde se encuentran las torres de telecomunicaciones del país, tanto de la Policía como de la empresa telefónica local. El comandante del destacamento que cuidaba de las instalaciones ha muerto.
A las nueve de la noche de este martes compareció la primera autoridad para aclarar el tiroteo y según sus palabras, el motivo de la matanza no fue el terrorismo ni el narcotráfico. Fue simplemente una acción individual por "motivos personales", según el ministro de Interior, Paulo Rocha. "No existe ninguna conexión con el narcotráfico", declaró diez horas después de los hechos que han puesto en jaque a toda la seguridad del país. En su corta declaración, el ministro aclaró que se han recuperado todas las armas robadas, aunque no dio detalles de la identificación de los cuerpos, y acusó de todo lo acontecido a un soldado que se ha dado a la fuga.
Las primeras informaciones fueron contradictorias y se habló del cierre del aeropuerto, hecho que posteriormente se negó, reconociendo que había retrasos en los vuelos por un mayor control de pasajeros y mercancías, al igual que estaba sucediendo en los puertos marítimos y transportes terrestres.
La noticia fue dada por el medio local Ocean Press, que señalaba que en el lugar de los hechos fueron encontradas ocho AKM y un millar de balas dentro de un coche de alquiler, encontrado en la Universidad de Jean Piaget en el centro de la capital, Praia. El coche fue alquilado por un ciudadano extranjero, que, al parecer, no es ninguno de los fallecidos.
El diario Semana especulaba con que detrás de estas muertes había tráfico de drogas y recordaba que hace una semana fue aprehendido un velero con 280 kilos de cocaína y detenidos sus seis ocupantes, cuatro brasileños, un ruso y un caboverdiano.
Algunas fuentes vincularon el ataque a la redada del barco brasileño ocurrido hace una semana. Fuentes militares señalaron que ya estaban siguiendo a ese comando de ocho miembros, pero que perdieron su rastro durante la noche del lunes al martes. En la mañana del martes fue cuando ocurrió el tiroteo.
Ese mismo día, una pareja brasileña había sido detenida en el aeropuerto de la capital por llevar cuatro kilos de cocaína. Según la policía judicial, se trata de dos brasileños de 19 y 20 años de edad que venían de la isla de Sal, donde residían estos jóvenes, y que han quedado en prisión preventiva.
A media tarde, otro incidente puso en alerta máxima a todo el país. Un militar comenzó a disparar delante del Banco de Cabo Verde, en la capital. El militar, según el medio local Semana, es hermano de uno de los soldados muertos en el ataque al monte Tchota. Militares y policías patrullan las calles del centro de la ciudad, aeropuertos y puertos.
El domingo, el país celebró elecciones y dio la mayoría absoluta a Ulisses Correia da Silva, del partido Movimiento para la Democracia con el 53,7% de los votos y 36 de los 72 escaños. El hasta ahora gobernante, Janira Hopffer, del PAICV, sacó el 37% de los votos.
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