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Rajoy a Tsipras: “Nosotros también tenemos votantes y elecciones”

El presidente de España trata de sacar rédito electoral, presentando su gestión como ejemplo de estabilidad frente al populismo de Syriza, a quien identifica con Podemos

Javier Casqueiro
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente español, Mariano Rajoy (detrás), en una cumbre de jefes de Estado en Bruselas.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente español, Mariano Rajoy (detrás), en una cumbre de jefes de Estado en Bruselas.EFE

España no es Grecia, aquí se han hecho las reformas y los deberes pendientes de forma “seria” para actualizar y recuperar la economía tras estar al borde de la quiebra y, de hecho, ahora la creciente economía española podría ser incluso un ejemplo para el Gobierno y la sociedad griega. Este es el resumen de las ideas fuerza que el Ejecutivo de Mariano Rajoy y sus ministros han expresado en los últimos días y horas para transmitir su posición sobre esta crisis y para dar tranquilidad sobre un efecto contagio que en Moncloa se considera inverosímil.

El presidente español, además, persigue otro objetivo político y electoral al rechazar las comparaciones con Grecia. Rajoy entiende que España sí hizo a tiempo sus reformas, aunque algunas fueron muy duras y tuvieron muchos costes en votos, y ahora, de cara a las próximas elecciones generales, aún por convocar, no puede detenerse ni dar pasos atrás ante otro tipo de políticas defendidas por partidos españoles equiparables a Syriza, como Podemos, que podrían aliarse en el futuro con el PSOE.

Rajoy entiende que España sí hizo a tiempo sus reformas, y, de cara a las próximas elecciones generales, aún por convocar, no puede dar pasos atrás ante políticas populistas

La dirección de Podemos ha defendido a Syriza y al proyecto político del primer ministro griego, Alexis Tsipras, desde su nacimiento, hace poco más de un año. Los principales cargos de la formación emergente, con Pablo Iglesias a la cabeza, viajaron a Grecia para arropar al líder de la coalición de la izquierda radical antes de las elecciones del pasado 25 de enero. Lo hicieron conscientes de la repercusión que un impacto negativo del Gobierno de Tsipras tendría en España, y, por ello, se emplearon desde el primer momento en recordar que las credenciales de Atenas y Madrid ante los mercados son diferentes.

Su respaldo no se ha diluido a pesar del temor a que el efecto Syriza pueda debilitar el impulso electoral de Podemos. La cúpula ha decidido apoyar sin matices a Tsipras ante el referéndum, al margen de "cálculos electorales". Lo que Íñigo Errejón, número dos del partido, defiende es que la oposición europea al Gobierno griego responde a un proyecto político, el de Merkel y de Rajoy, y no a un problema económico real. Detrás de ese plan, en su opinión, se encuentra el miedo de los Ejecutivos europeos al cambio político en los países del sur de Europa.

La cúpula de Podemos ha decidido apoyar sin matices a Tsipras ante el referéndum, al margen de "cálculos electorales"
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Ante la crisis abierta entre Europa y Grecia, el presidente del Gobierno afirma siempre que quiere ser flexible y que se logre un acuerdo con Atenas, por el futuro de la zona euro y la estabilidad de Europa, pero también defiende que Tsipras debe cumplir las normas y las reglas de juego como el resto de los países del Eurogrupo y, además, debe responsabilizarse de sus actos. Rajoy reveló esta semana que Tsipras siempre que habla con los demás líderes europeos en las cumbres sobre la difícil situación en Grecia esgrime como gran argumento que tiene enormes presiones electorales de sus votantes. Rajoy y los demás dirigentes europeos le replicaban: “Nosotros también tenemos votantes y elecciones”.

Rajoy y el Gobierno español entienden que Grecia y Tsipras no tienen otra elección ahora que reconducir su oposición a las condiciones que se le exigen desde la antigua troika, anular el referéndum del domingo o, en su defecto, hacer campaña para lograr que los griegos asuman y voten sí a las exigencias europeas. En caso contrario, como ya ha confirmado el propio mandatario griego, y, sobre todo, si la consulta se hace y logra que se rechacen las condiciones del Eurogrupo, el presidente español y su ejecutivo entienden que Grecia y Tsipras habrán sentenciado su futuro y se situarán fuera de la Unión Europea.

Si Grecia voota 'no', el presidente español entiende que Grecia y Tsipras se situarán fuera de la Unión Europea

A Rajoy le gusta recordar que las condiciones actuales que se le plantean a Grecia vienen, además, de un fuerte esfuerzo de los demás países del Eurogrupo con un préstamo de 200.000 millones de euros (el 90% de su PIB), a empezar a devolver en 30 años y los intereses en el 10%. El presidente español remarca así que solo la UE presta ahora a Grecia, que España ha aportado unos 29.000 millones de euros (tres puntos de su PIB) en esa ayuda y que ahora, por tanto, no son solo los griegos los que tienen derecho a opinar sobre su futuro. Rajoy considera que ha sido Grecia y en concreto las maneras provocadoras de su ministro de Economía, Yanis Varoufakis, y la ruptura unilateral del primer ministro al anunciar la convocatoria del referéndum cuando aún estaban abiertas las negociaciones, las que han puesto la crisis en un callejón casi sin salida.

De cara al presente europeo y español y al futuro de la UE, Rajoy y su Gobierno mantienen que la situación en España y en todo el continente es más fiable, estable y segura que hace solo tres años, en lo peor de la crisis, y con instituciones más fuertes y solventes para superar el conflicto. Pero consideran, como hizo también esta semana el expresidente francés Nicolas Sarkozy en Madrid, tras visitar al expresidente José María Aznar y al propio Rajoy, que también pueden resultar una oportunidad para profundizar en la unidad monetaria, fiscal, económica y política de la UE. Sarkozy abogó así en Madrid por crear un presidente del Eurogrupo, un fondo monetario europeo, y hasta un secretario general del tesoro en Europa. Rajoy les dejó hablar a ambos exmandatarios porque ahora el presidente de España es él.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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