080 Barcelona: moda para un futuro incierto
La Semana de la Moda catalana pinta lágrimas a los hombres y les pone túnicas con capucha. Tendencias para los confusos nuevos tiempos
Una nueva edición de la pasarela 080 Barcelona arrancó el lunes 30 de enero (y estará hasta el viernes 3 de febrero) en el Teatre Nacional. Y lo hizo con el diseñador Pierre Cardin, que a sus 94 años se presentó muy combativo; eso sí, sin perder ni un segundo la sonrisa socarrona que esbozó en busca de la complicidad de los presentes. Venía a estrenar por primera vez en España la obra musical que ha producido, Dorian Gray. La bellezza non ha pietà.
"Dorian Gray es el icono de lo que somos ahora. Hemos perdido la capacidad de disfrutar de las cosas pequeñas y de reconocer la sabiduría en los mayores”, reflexionó sobre la famosa fábula de Oscar Wilde. A pesar de que él se empeña en que lo importante son los actores y el teatro, todos los que allí estaban querían saber qué opinaba sobre la moda esta leyenda viva de la industria. Formado en Paquin, Schiaparelli y Dior, fue él el que abanderó la era de los diseños retro-futuristas y firmó las primeras prendas unisex.
Cardin lamentó que vivimos tiempos confusos, se quejó amargamente de la cultura de la falsificación y “la moda de lo pobre, de las rodillas completamente rasgadas” en un mundo en el que el diseñador ha pasado a tener un papel secundario. Sí, también tuvo algunas palabras contra la moda rápida: “Ha destruido y aniquilado la creación”. Y pasó a reivindicar el papel del creador: “Ellos son los únicos capaces de difundir su conocimiento en el mundo”.
La soflama de Cardin, breve pero intensa, no fue la única de la primera jornada. Detrás de cada prenda había una historia y detrás de cada historia una reivindicación. Para Pablo Puig, de Blame Label, vivimos en un estado de permanente vigilancia: "¿Tú no te sientes vigilada? Aunque no lo sepas ahora mismo te están mirando”, sentencia este diseñador al que le gusta inspirarse en lo social: "Es lo que me hace moverme y estrujar la mente”.
Para sobrevivir a la mirada inquisitiva de ese ojo que todo lo ve, Blame Label saca a la calle prendas de estética carcelaria: monos, chaquetas y pantalones muy funcionales en naranja y negro componen la nueva propuesta de esta firma "callejera y dura". Muchas de las piezas se rematan con cintas amarillas en las que se escribe: "Blame Line Don’t Cross". Por primera vez, esta firma joven que cuenta ya con tiendas en Los Ángeles y Amsterdam, y que tiene planes de expansión en Asia, presenta un estampado propio: un suelo recién asfaltado.
Aunque quizá uno de los elementos más destacados de la propuesta fue el trabajo ejecutado en capuchas y cuellos con la intención de ocultar el rostro. Al final del desfile los modelos aparecieron en masa luciendo holgadas sudadera-túnica con capucha ya disponibles en la recién inaugurada tienda online de la firma. Puig habló de nuevo lujo para definir a su marca. ¿Logrará la sudadera convertirse en la nueva americana?
Tras la contundencia de Blame Label, Miguel Suay propone para la próxima temporada un viaje a la luna que enternecerá a todos aquellos que de pequeños - y no tan pequeños - soñaron con ser astronautas. El diseñador, que la pasada edición se llevó el premio a la mejor colección, desafía sus propios límites con una propuesta de tintes tecno-románticos que demostró inventiva y riesgo.
¿Su inspiración? “El deseo de la humanidad de traspasar sus barreras para viajar al espacio”, dice Suay, que jugó a trasladar elementos del traje de astronauta a prendas para el día a día. Pero la cosa no acaba aquí. "También quiero aportar el mensaje de que hay que cambiar sin perder de vista al hombre, lo humano", explicaba minutos antes de empezar el desfile. Esta tensión entre el pasado y el futuro, entre lo humano y lo tecnológico, quedó plasmada en prendas que combinan tejidos clásicos de lanas oscuras y profundas con texturas técnicas y brillantes.
Sudaderas con lunas metálicas, abrigos acolchados extra-grandes, chaquetas con iconografía espacial, e incluso un conjunto que emulaba un traje de astronauta y que lució el "súper-hombre" Josef Ajram, demostraron la atención a los detalles del diseñador. Como novedad, la colección ya está disponible bajo pedido a través de la web para aquellos que no puedan aguantar hasta el otoño que viene. Ésta incluirá además algunas prendas a precios asequibles pensando en los clientes que no pueden permitirse las piezas más caras.
El segundo día de la 080 Barcelona, Josep Abril añadió nuevas reflexiones a esta mirada hacia el futuro que, de forma casual, parece que se ha convertido en el tema principal de esta edición. El veterano diseñador, que ha demostrado su solera con prendas impecablemente cortadas y cargadas de sutilezas a pesar de su aparente simplicidad, escribía en la nota previa al desfile: “Cerremos los ojos, reflexionemos, pensemos, sintamos”.
Un canto a la meditación y a la tolerancia para sobrevivir a los tiempos convulsos que la llegada de Trump parece anunciar. Los chicos han salido con un maquillaje que pintaba lágrimas en sus caras. "El mundo está para llorar", explicaba Abril después del desfile. Como antídoto el diseñador catalán reivindica el trabajo con lo desconocido, algo que ilustra construyendo prendas a partir de unir tejidos muy diferentes - mate y brillante, gordo y ligero - y en el trabajo de formas extrañas a partir de la unión de camisas con jerséis o chaquetas con pantalones.
Introducía por primera vez el color púrpura en su paleta, habituada a los negros, los azules y los grises. Era un tono muy conseguido que hará las delicias de los que buscan salir de lo común sin estridencias. Para los más aguerridos, un traje chaqueta de terciopelo de aires retro marcó la diferencia. A nivel empresarial la marca se encuentra en un buen momento, aunque Abril reflexiona con resignación: "El tema del precio está muy complicado. Somos los reyes del low cost, así que imagínate". Parece que en la tienda de París, que montó junto a otros diseñadores catalanes, las prendas encuentran una salida comercial más clara.
Con un gran éxito de convocatoria, Custo Dalmau presentó su colección ss2017, la que desfiló en su momento ya en Barcelona y Nueva York. Dejando atrás la explosión de estampados a la que nos tenía habituados la firma, Custo Barcelona no abandona el exceso y hace de él su nueva bandera. "Way More" apuesta por el más es más, la artesanía y la producción local, todas las prendas se realizan en Barcelona.
Aunque para los chicos dibujó una colección muy llevable de prendas ligeras y contenidas en estampados tenues de azules y tonos crema. Dalmau sabe que el riesgo y el atrevimiento no son una baza comercial en la moda masculina. Como deferencia a la ciudad que pone nombre a su marca, el diseñador presentó al final del desfile un adelanto de las prendas que se mostrarán en Nueva York en dos semanas y entre las que incluyó un conjunto para hombre.
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