Las científicas conquistan la Antártida
Una expedición de 76 investigadoras viaja al continente más Austral de la Tierra para estudiar el cambio climático y reivindicar el papel de la mujer en la ciencia
Hoy por hoy, todavía se discute quién pisó la Antártida por primera vez, aunque lo que sí se sabe con certeza es que fue un hombre. Ellos fueron los primeros en llegar al punto más austral del planeta y en pasar las cuatro estaciones allí para estudiar la oscilación de las temperaturas. Desde entonces, las expediciones científicas se suceden año tras año, casi siempre lideradas, como entonces, por un hombre. Ahora, las mujeres han tomado el relevo y se han lanzado a la conquista de la Antártida. Un grupo de 76 científicas llegó la semana pasada al continente helado para estudiar los efectos del cambio climático y reivindicar el papel de la mujer en la ciencia.
Las participantes han sido seleccionadas entre más de mil aspirantes y son profesionales de casi todos los ámbitos de la ciencia: astrónomas, físicas, ingenieras, médicas, especialistas en el Ártico y la Antártida, matemáticas… El martes de la semana pasada llegaron de distintos rincones del mundo hasta Ushuaia, en Argentina, y desde allí comenzaron su viaje, que durará 20 días durante los cuales recorrerán algunas de las regiones más inhóspitas del planeta.
Fabian Dattner, empresaria y emprendedora, fue una de las mujeres que iniciaron este proyecto hace ahora dos años. Cuenta que la idea se le ocurrió tras escuchar a un grupo de científicos bromear sobre que los candidatos para liderar a un grupo de investigadores en la Antártida “debían tener barba”. Un tiempo después, conoció a Jessica Melbourne-Thomas, experta en ecología, en un curso sobre desarrollo de liderazgo. La frustración que las dos sentían sobre los continuos retos a los que se tienen que enfrentar las mujeres en la ciencia enseguida se convirtió en la intrépida idea de llevar a cabo una misión liderada y protagonizada solo por mujeres.
"Hay varias razones por las que es muy difícil para nosotras llegar hasta la Antártida o el Ártico”, explica Melbourne-Thomas. “Muchas mujeres se quedan fuera por todas las decisiones que tienen que tomar, sobre todo por la presión social al compaginar su vida personal y sus familias con las exigencias de las expediciones y también por la falta de modelos a seguir”. A estas dificultades se añade la falta de financiación: ningún Gobierno ha apoyado a la fundación, por lo que la iniciativa no recibe ninguna ayuda pública. Cada participante paga los billetes para viajar y el alojamiento de su bolsillo, lo que les ha obligado a reducir el tiempo que tenían pensado pasar en el Polo Sur. Aún así, no se rinden y la convocatoria para el próximo viaje, que está previsto para 2018, se abrirá en enero del año que viene.
Ellas ahora buscan inspirar, concienciar y denunciar esta situación, por eso están compartiendo en tiempo real a través de la cuenta oficial de Twitter de la fundación Homeward Bound la experiencia de las participantes. Allí publican fotos y vídeos y las entradas en el blog que van actualizando con las actividades y descubrimientos diarios que realizan.
A lo largo de la historia, solo el 3% de los premios Nobel de física, química y medicina se han entregado a mujeres
Llevan una semana tuiteando desde la Antártida, destino que eligieron por ser uno de los lugares donde los efectos del cambio climático son más visibles. El mayor glaciar de la Antártida lleva 70 años derritiéndose y la tendencia no se revierte, según un estudio de sus sedimentos. El Pine Island tiene una extensión que es dos veces la de Andalucía y un volumen de agua helada que sería suficiente para elevar el nivel del mar 1,5 metros, lo que los científicos estiman que podría suceder para 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan subiendo.
La expedición está organizada por la fundación australiana Homeward Bound, cuyo lema es La madre naturaleza necesita a sus hijas, que nació el año pasado con el objetivo de desarrollar proyectos que trabajen el liderazgo de las mujeres y reivindiquen su labor en la ciencia. Este ámbito del conocimiento sigue estando dominado por hombres: ellos son más, ganan más —en España, solo el 25% de los científicos mejor pagados del CSIC son mujeres— y se llevan la inmensa mayoría de los premios.
De hecho, a lo largo de la historia, solo el 3% de los premios Nobel de física, química y medicina se han entregado a mujeres. Recientemente, un informe publicado por AMIT, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas, confirmó esta tendencia analizando los premios científicos que se conceden en España. A pesar de que la participación está equilibrada, solo el 18% de los galardones se entregan a mujeres, y este porcentaje baja hasta el 7% si el premio está dotado con más de 100.000 euros.
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