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Realidad virtual, otros mundos

Empezó como un juego, pero ahora tiene el mundo laboral en el punto de mira

Un grupo de asistentes al Mobile World Congress de Barcelona prueba las gafas Oculus.
Un grupo de asistentes al Mobile World Congress de Barcelona prueba las gafas Oculus.Albert Gea (REUTERS)

La realidad virtual fue una promesa rota de los noventa, cuando una simple amalgama de iconos, unas líneas que trataban de simular perspectiva y un casco voluminoso pretendían hacernos creer que había otro universo digital. En la década siguiente nació Second Life, un juego que, sin artilugios adicionales más allá de un ordenador, un teclado y un ratón, sentó las bases del metaverso (término que se usa para describir las visiones en tres dimensiones). En ese mundo alternativo de Second Life, se podía uno convertir en un caracol verde virtual para transitar como si tal cosa por la calle, asistir a un mitin o ir al colegio.

Con un casco de apenas medio kilo y un teléfono móvil se puede conectar con el trabajo y el domicilio. Un antídoto contra la distancia

Pero el verdadero impulso de la realidad virtual ha llegado de la mano de Mark Zuckerberg. El jefe de Facebook, obsesionado con conectar a las personas, vio en Oculus Rift, un proyecto nacido en el seno de la firma de crowdfunding Kickstarter, la mejor opción para explorar su nueva plataforma de expresión. Compró la empresa por 2.000 millones de dólares en 2014 y la integró en Facebook. En la última convocatoria de Oculus con la prensa, hace unos meses en San José (California), el fundador de la red social se puso el casco de realidad virtual y, sin moverse del escenario, tuvo un encuentro con otros directivos de la empresa y después charló con su esposa, que estaba en el salón de su hogar en Menlo Park. Familia y trabajo a solo dos toques de botón.

Balfagón

La realidad virtual empezó como un juego, pero ahora tiene el mundo laboral en el punto de mira. Quiere ser también un espacio para la productividad, un antídoto para la distancia, una forma de llegar a más gente. Estar en cualquier lugar y momento, con solo enfundarse un casco de apenas medio kilo y un teléfono móvil como motor gráfico. Nunca fue tan sencillo y barato. Falta que sea útil, práctico y cómodo.

Facebook lidera, Google espera ponerse al día con Daydream, una plataforma que se estrenará en las próximas semanas.

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