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El Pokémon Go verde de Moldavia

Un juego digital reta a los jóvenes a completar misiones para luchar contra el cambio climático

Pantalla inicial de la plataforma.
Pantalla inicial de la plataforma.megageneration.com
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Miles de personas en todo el mundo han sucumbido al tirón de Pokémon Go, un videojuego que hace a sus usuarios moverse y caminar en busca de las distintas criaturas virtuales repartidas por su ciudad (o incluso más allá). Con un éxito más modesto, en la pequeña ex república soviética de Moldavia han añadido un tercer factor al dúo juego digital y movimiento: la lucha contra el cambio climático.

Encajado entre Ucrania y Rumanía y con poco más de tres millones y medio de habitantes, más del 70% del país sufrió en 2007 y 2012 graves sequías sin precedentes en los registros. Sin embargo para los moldavos, como para tantos otros ciudadanos, la teoría del cambio climático y de la urgencia de cambiar de hábitos personales, económicos y sociales resulta difícil de digerir.

El MEGA Game (no es un megajuego, sino que responde a las siglas en inglés de la Academia de Gobernanza Medioambiental de Moldavia) permite asumir dos papeles: para las agencias u organizaciones centradas en la protección del medio ambiente, el de “facilitador de misiones”, para los jóvenes usuarios, el de “agentes verdes”.

La idea es que los primeros planteen tareas o misiones a completar por los segundos, que pueden elegir entre todas las disponibles y reciben títulos, promociones de nivel y otras recompensas si completan la actividad. Todo funciona a través de una aplicación para móviles a la que también se puede acceder desde un ordenador.

Una de las misiones más básicas es que el agente verde mida las emisiones de carbono que genera directa o indirectamente, y proceda a reducirlas. Con la ayuda de enlaces, puede cuantificar qué emisiones produce (en el transporte, con lo que come o bebe…) y después fijar un límite de reducción. Otras tareas más visibles van desde plantar árboles hasta recoger y reciclar residuos o crear pozos. Las actividades más fáciles pueden dar hasta 10 puntos, mientras las más complicadas otorgan más de 100.

Las misiones que dan puntos a los jugadores incluyen medir y reducir sus propias emisiones, plantar árboles o crear pozos de agua

Pero más allá de la competición, todos los logros de cada jugador se registran en una página similar a un currículum, que estos pueden compartir luego con distintas ONG o entidades enfocadas en el medioambiente si desean trabajar con ellos. Las asociaciones, por su parte, logran colaboración en sus programas a través de esta forma de enganchar a jóvenes voluntarios.

Durante 2015, el proyecto, impulsado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y financiado por la Unión Europea a través del GEF (un fondo internacional e interagencias para proyectos medioambientales) lanzó un campeonato por equipos centrado en la gestión del agua. Los resultados arrojan datos quizá modestos, pero esperanzadores: más de una tonelada de basura reciclada, una hectárea de árboles plantada, el desarrollo de un mapa interactivo del agua en Moldavia o la creación de más de 60 pozos.

La aplicación, que ha recibido numerosos premios, ya se ha lanzado en otros lugares como los Países Bajos. Otros proyectos relacionados con el MEGA Game incluyen el uso de plataformas de juego para fines de resolución de conflictos, aprendizaje de idiomas o el conocimiento de los monumentos culturales y enclaves naturales del país. No todo va a ser cazar pokémons.

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