La sostenibilidad empieza por el tejado
Los techos verdes son una de las estrategias de la ciudad escandinava para declararse neutral en carbono en 2025
En algunas azoteas hay pequeños arbustos, espacios para cultivar hortalizas, hierbas aromáticas, flores e incluso bancos para disfrutar de las vistas. En otros, también hay caminos para que los viandantes recorran los techos verdes de Copenhague. La ciudad escandinava es ejemplo de sostenibilidad ambiental desde hace décadas, y un referente mundial en cubiertas ecológicas con más de 70 proyectos en la capital y medio millar en todo el país.
La Unión Europea designó a Copenhague Capital Verde Europea 2014. En la urbe más poblada del país, con dos millones de habitantes, la mitad de sus ciudadanos van al trabajo o a la escuela en bicicleta, el 90% de los desechos se recicla, quieren conseguir que todas sus fuentes de energía sean renovables, y ya hay alrededor de 200.000 metros cuadrados de cubiertas ajardinadas instaladas.
En 2010, como parte de una estrategia para declarar a esta urbe carbono neutral en 2025, el ayuntamiento decidió poner el foco de atención en los techos verdes, incluyéndolos como parte fundamental del Plan Climático de Copenhague. Fue la primera ciudad que empezó a legislar obligando a los edificios de nueva construcción —con tejados de menos de 30 grados de pendiente— a instalar en sus azoteas algún tipo de cubierta verde. Los edificios municipales y otras construcciones civiles también deben integrarlos en sus diseños.
“Los techos verdes mejoran la calidad del aire, gracias al aislamiento térmico contribuyen al ahorro energético en los hogares y se reducen las emisiones de CO2, disminuyen la contaminación acústica y además retienen entre el 50% y el 60% de las precipitaciones —dependiendo de las plantas elegidas, la profundidad del sustrato y del sistema de drenaje— por lo que el ahorro de agua es muy considerable”, así resume Dorthe Rømø, bióloga y miembro de la Scandinavian Green Roof Association, los beneficios que ofrecen los techos ajardinados. Además, dan más vida y color a las ciudades y contribuyen a la biodiversidad ya que son el hábitat de muchas especies de pájaros e invertebrados.
La construcción de una cubierta verde requiere la elección de un tipo concreto de vegetación dependiendo de su uso. Las extensivas están formadas mayoritariamente por césped o musgo, no necesitan agua, el sustrato es poco profundo y sus costes son bajos, mientras que las intensivas, se usan como jardines y parques con diferentes tipos de arbustos y árboles, necesitan un sistema de regado además del agua de lluvia, su peso puede triplicarse y su coste es también más elevado.
Los techos verdes contribuyen a la biodiversidad ya que son el hábitat de muchas especies de pájaros e invertebrados
“En Copenhague uno de los mejores ejemplos es el parque Novo Nordisk, ubicado al norte de la ciudad. Un proyecto de 15.000 metros cuadrados en el que se integran perfectamente el reciclaje del agua, la vegetación —se optó por especies nativas— y la biodiversidad”, comenta Dorthe Rømø. A la lista también se suman proyectos como la cubierta del Danish National Archives o el edificio residencial 8-House, construido en 2010 en el barrio de Ørestad, una zona urbana de la ciudad en desarrollo.
Los techos verdes no son en exclusiva para grandes edificios, también hay alternativas para los espacios más reducidos. “La instalación de huertos urbanos en balcones o proyectos a pequeña escala es relativamente fácil. Esta alternativa está creciendo bastante en Copenhague y va a ir a más en el futuro. Si la gente ya tiene algunas nociones de jardinería puede construirse un pequeño techo verde —en el Ayuntamiento de la ciudad ofrecen información al respecto— pero si ya se trata de un edificio grande es mejor recurrir a ayuda profesional”, señala Jann Kuusisaari, jardinero y especialista en proyectos de techos urbanos.
Aunque Alemania es uno de los países que más ha avanzado en el desarrollo urbano sostenible, con más de 30 años de experiencia en el ámbito de las cubiertas verdes y 86 millones de metros cuadrados en 2011,los países escandinavos le siguen de cerca con proyectos destacados como el Augustenborg Botanical Roof Garden en Malmö (Suecia), que forma parte de la ecociudad que ha transformado este barrio de casi 2.000 viviendas. En España, Madrid cuenta con proyectos importantes, como el que se encuentra en la Ciudad Financiera del Banco Santander en Boadilla del Monte. A principios de año el Ayuntamiento de la capital anunció que como parte del plan Madrid Más Natural estudia crear huertos urbanos en las cubiertas de los edificios.
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