_
_
_
_

Los duques de Cambridge desoyen las críticas y viajan en otro helicóptero

Se gastan 6.500 euros para ir desde Londres a su casa de Sandringham. Kate ya lo hizo en febrero y desató la polémica

Guillermo y Caralina de Cambridge, en un acto en el palacio de Buckingham la semana pasada.
Guillermo y Caralina de Cambridge, en un acto en el palacio de Buckingham la semana pasada.POOL (REUTERS)

Los británicos siguen manteniendo una luna de miel con Guillermo y Catalina de Cambridge cuando se ha cumplido el quinto aniversario de su boda, pero eso no significa que la popular pareja esté exenta del escrutinio de un público que mide todos sus pasos para que no se aparten de la línea de austeridad marcada por la reina Isabel. A los duques de Cambridge les llueven ahora las críticas de los medios de comunicación y de algunos políticos por haber empleado 5.000 libras (unos 6.500 euros) del dinero de los contribuyentes británicos en un vuelo de 45 minutos en helicóptero, desde Londres a su residencia de Sandringham. El mismo trayecto en automóvil, unos 180 kilómetros, solo habría costado 45 libras (unos 60 euros) en gasolina, eso sí, algo más del doble de tiempo.

Kate Middleton, de entrenamiento con un catamarán, el pasado 20 de mayo..
Kate Middleton, de entrenamiento con un catamarán, el pasado 20 de mayo..Max Mumby/Indigo (Getty Images)

Esta es la segunda polémica en tres meses por culpa de un helicóptero. La esposa de Guillermo de Inglaterra ya se ganó las críticas de los medios por usar este transporte privado en un viaje de Kensington hacia Norfolk el pasado febrero, por el que pagó 3.800 euros mientras que desplazarse en tren le hubiera costado 70.

Un portavoz de palacio se ha aprestado a subrayar que el alquiler del aparato, un Sikorsky S-76C valorado en unos 10 millones de euros, responde a las necesidades de la familia real cuando debe desplazarse por sus compromisos oficiales. Pero en esta ocasión a los príncipes no les aguardaba ningún acto, y el único propósito de utilizarlo fue llegar cuanto antes y de la forma más cómoda a la mansión de Norfolk donde suelen tener su domicilio.

La difusión de una fotografía por el tabloide británico Daily Mail, en la que se ve a la pareja en los jardines del palacio de Kensington embarcando en un helicóptero apodado “el verdadero express de lujo de los cielos”, se produce en un momento muy sensible para Guillermo de Inglaterra. Aunque el nieto de Isabel II sigue siendo jaleado en todas sus comparecencias públicas, la prensa nacional viene insinuando en los útimos tiempos que el segundo en la línea de sucesión al trono no es especialmente trabajador. Su notoria ausencia de la agenda oficial, justificada por su trabajo como piloto de ambulancias aéreas en Norfolk, no convence porque esa tarea apenas le ocupa 20 horas semanales y le procura, además, largos periodos de descanso.

El príncipe Guillermo realiza calentamientos antes de un partido de polo celebrado este fin de semana en Ascot.
El príncipe Guillermo realiza calentamientos antes de un partido de polo celebrado este fin de semana en Ascot.Max Mumby/Indigo (Getty Images)

Guillermo y Catalina son dos personajes muy formales –rayanos en lo aburrido si no fuera por el continuo despliegue de modelos de la duquesa- que nunca han dado pie al tipo de escándalos que sobresaltaron a la monarquía británica desde los tiempos de las broncas entre Carlos y Diana, los padres del príncipe. Pero a la familia modelo que forman con sus hijos Jorge y Carlota le gusta la vida de cuchara de plata mucho más de lo que a la soberana le gustaría que exhibieran. Así se vio, por ejemplo, con la remodelación de su residencia londinense en el palacio de Kensington dos años atrás: el millón de libras presupuestado acabo cuatriplicándose, a expensas, de nuevo, del erario público.

El asunto del helicóptero va en esa misma línea, como ha denunciado el exministro liberaldemórata Norman Baker: “Es un indignante desperdicio del dinero público, especialmente en unos tiempos en los que todo el mundo tienen que apretarse el cinturón, mientras los miembros de la familia real gastan alegremente para pasar luego la factura a los ciudadanos”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_