El Congreso español es el que tiene menos miembros de origen inmigrante
Un análisis de parlamentos europeos muestra que los más integradores son el británico y el holandés
España tiene casi un 10% de población extranjera residente, pero apenas el 1% de los diputados son ciudadanos de origen inmigrante. Un análisis comparativo entre ocho países europeos muestra que la representación política de los inmigrantes en el Congreso español está muy lejos de la alcanzada en parlamentos como el británico o el holandés. En cuanto a su perfil, el parlamentario COI (siglas de "ciudadano de origen inmigrante", según la nomenclatura del estudio) tiende a ser elegido en un partido de centro-izquierda o izquierda, tener una mayor titulación pero desempeñar menos funciones en el grupo parlamentario y el partido.
"Al igual que conocer el porcentaje de mujeres que hay en el parlamento no nos dice necesariamente nada sobre las mujeres, sino sobre cuán permeable y adaptable es nuestro sistema político al cambio social, conocer el porcentaje de parlamentarios de origen inmigrante no nos dice necesariamente nada sobre la inmigración", comenta la profesora de Ciencia Política de la Universidad de Leicester, Laura Morales, que añade: "Nos dice más sobre la capacidad de nuestros parlamentos para representar la diversidad de la población a la que se supone deben representar e, idealmente, deben reflejar".
Esta investigadora española forma parte del proyecto Pathways to Power (algo así como caminos o rutas hacia el poder, en inglés) en el que un grupo de politólogos y sociólogos de una decena de universidades y centros de investigación europeos estudia el grado de inclusión de los inmigrantes por medio de uno de los mejores indicadores posibles: su representación en los parlamentos nacionales.
Aunque los emigrantes residentes no pueden participar en las elecciones nacionales, este trabajo usa una forma indirecta para medir su integración política a través de los COI. Para que un ciudadano de origen inmigrante pueda presentarse a unas elecciones estatales o ha sido nacionalizado después de un determinado número de años o es hijo de extranjeros pero nacido en el país, el ius soli o derecho de suelo. En el caso de esta investigación, los parlamentarios con al menos un padre de origen inmigrante ya es contabilizado como COI.
Apenas el 1% de los diputados españoles en lo que va de siglo son de origen inmigrante
La investigación, que está aún a medio camino, ha presentado sus primeros resultados en Londres. Lo primero que llama la atención es la diferencia que existe entre la Europa atlántica y la meridional: cuanto más al sur, menos parlamentarios COI y, al revés, cuánto más al oeste, el porcentaje de representantes con raíces inmigrantes es mayor.
Así, en Grecia, con una población inmigrante que ronda el 8%, solo el 1% de sus parlamentarios es COI. la cifra es ligeramente mejor en Italia, donde el 2% de sus representantes es de origen inmigrante. Pero es España la que presenta los peores resultados: tras las elecciones de 2008 y 2011, solo el 1% e incluso menos de los 350 diputados son COI.
"Aún no nos ha dado tiempo a recoger los datos para la legislatura que se acaba de inaugurar, pero más allá de la simbólica elección de Rita Bosaho [elegida diputada por Alicante dentro de la de la coalición Compromís-Podemos-És el moment], no creo que en agregado el porcentaje haya cambiado mucho porque otros diputados que tenían ascendencia extranjera han perdido el escaño o no se presentaban", aclara Morales.
En la zona media de los resultados están países con gran presencia e historia de inmigración como Francia y Bélgica y sociedades menos multiculturales como la alemana. Pero son dos antiguos imperios coloniales marítimos los que tienen un mejor pedigrí integrador. En los Países Bajos y para las elecciones de 2010, por ejemplo, un 13% de los representantes elegidos eran naturalizados o hijos de inmigrantes. En el Reino Unido y para el mismo año, el 11% de los asientos de la Cámara de los Comunes fue para ciudadanos de origen inmigrante.
Sin embargo, los propios investigadores recuerdan que hay que tener cuidado con estos datos. Desde los años 90 y hasta el estallido de la crisis, España vivió una explosiva ola inmigratoria única en Europa. Es tan reciente que sus hijos aún no han llegado a la edad de poder ser elegidos para un cargo. Por el contrario, en países como Francia o Reino Unido los inmigrantes de segunda o tercera generación ya no aparecen en las estadísticas de población como inmigrantes, así que la ratio parlamentario inmigrante/población inmigrante puede estar inflada.
La investigación también se detiene en el perfil del parlamentario COI. Aunque aún están trabajando con más elecciones y con la parte cualitativa del estudio (qué funciones o qué poder tienen los políticos inmigrantes en sus partidos), ya se puede intuir cómo son estos parlamentarios en comparación con los demás. En cuanto al género y la edad, no hay un patrón común. Así, mientras en España y Bélgica hay más mujeres que hombres COI, los parlamentarios de origen inmigrante suelen ser jóvenes, aunque los casos español y griego se separan de esta norma.
"Ni el PSOE ni IU, ni los partidos de izquierda nacionalistas han adoptada una estrategia clara de cuotas implícitas o explícitas"
Otros datos sí son más compartidos. La gran mayoría de los elegidos de origen inmigrante se presentaron en las listas de partidos de centro-izquierda o izquierda y el porcentaje de titulados superiores es algo mayor. En cuanto al peso político de los COI, aunque los datos son muy preliminares, el estudio revela que, en general, tienen menor presencia en las distintas funciones dentro de los parlamentos, como las labores de portavoz del grupo parlamentario o la presencia en comisiones parlamentarias.
En Londres, la investigadora Daniela Vintila mostró una serie de datos sobre la situación en los países del sur. Aunque tanto Grecia como España e Italia son los países con menos presencia de parlamentarios COI, en el caso español también existen actitudes más positivas hacia los inmigrantes que en los otros dos estados, lo que no casa con ocupar el último lugar en representación política.
"España está en una situación mucho peor de lo que sería de esperar porque los partidos de izquierda no se han tomado el tema en serio", opina Morales. Para la investigadora española, los datos señalan que son los partidos de izquierda los que han venido favoreciendo la inclusión al integrar ciudadanos de origen inmigrante en sus listas. "En Italia y Grecia en las legislaturas más recientes los partidos de izquierda han empezado a jugar este papel. En España aún no. Ni el PSOE ni IU, ni la mayoría de los partidos de izquierda nacionalistas han adoptado una estrategia clara de cuotas implícitas o explícitas, como sí han hecho muchos en relación a la representación de las mujeres".
Morales aclara enseguida que los partidos de centro-derecha no han de ser ajenos a la incorporación de las personas de origen inmigrante, pero, por lo general "estos partidos han sido menos partidarios del uso de cuotas o de mecanismos de compensación".
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