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EL PULSO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Cuatro esquinitas tiene mi nave

El jedismo, la religión de 'Star Wars', forma parte de los cultos oficiales reconocidos por países como Australia o Reino Unido

El 18 de diciembre no sólo será una fecha memorable para los seguidores de la saga de La guerra de las galaxias, sino especialmente para los creyentes de la religión de Star Wars –mejor conocida como “jedismo”–, pues aquel día se estrenará el episodio VII de la epopeya y tanto los fans como los feligreses podrán saber por fin en qué consiste El despertar de la Fuerza. Si el pueblo judío tuvo que esperar cuarenta días y cuarenta noches a que Moisés bajara del Sinaí con las Tablas de la Ley, los pacientes jedistas tienen que apencar con los años que transcurren entre cada uno de los episodios de La guerra de las galaxias, que más que una religión revelada es una religión estrenada.

En efecto, hoy día el jedismo forma parte de las religiones oficiales reconocidas por Australia y Reino Unido, donde bastan 10.000 creyentes para formar parte de un registro estatal de cultos. Así, los 100.000 australianos y 400.000 británicos devotos de la Fuerza han superado aquel requisito con largueza, lo que explica que en Escocia cada vez se celebren más bodas por el rito jedi, ceremonia inspirada en el casorio de la reina Amidala y Anakin Skywalker.

Sin duda a George Lucas jamás se le pasó por la cabeza fundar un credo galáctico, aunque nimbó a los jedi de taoísmo y sintoísmo, dotándolos del código de los samuráis y del honor de los caballeros de la Mesa Redonda. El mismo Lucas ha reconocido muchas veces su deuda con El héroe de las mil caras (1949), del mitocrítico Joseph Campbell, aunque lo cierto es que sus guionistas también entraron a saco en la doctrina cristiana, como ha denunciado Dick Staub en Christian Wisdom of the Jedi Masters (2005), señalando las concordancias entre las enseñanzas jedi y los textos de san Pablo, Thomas Merton, santa Teresa, Chesterton y la Biblia, pues las sentencias del maestro Windu provienen del evangelio de san Lucas y la exclamación de Qui-Gon Jinn cuando descubrió la limpia concepción de Anakin es un trasunto de Efesios 2:13. En realidad, la saga de Star Wars ha demostrado ser un esotérico y fecundo territorio, a la vista de obras como The Tao of Star Wars (2003), de John M. Porter; Peace Knights of the Soul: Wisdom in Star Wars (2004), de Jon Snodgrass; The Dharma of Star Wars (2005), de Matthew Bortolin; Star Wars and Philosophy (2005) de Kevin S. Decker; Star Wars Jesus. A Spiritual Commentary on the Reality of the Force (2006), de Caleb Grimes, y The Tao of Yoda (2013), de D. W. Kreger, entre más de una treintena de títulos.

El caso es que hoy el culto a la Fuerza es una religión reconocida en Reino Unido desde que Daniel Jones levantó su primer templo en 2008. No es una religión teísta y su doctrina puede consultarse en la web Temple of the Jedi Order, donde los interesados pueden encontrar foros, sermones e incluso donar dinero. Catherine Beyer –experta en religiones alternativas– ha creado una web para comentar con los internautas los 23 preceptos de la religión jedi, y en Turquía más de 200.000 universitarios han exigido la construcción de un templo jedi a la Universidad Técnica de Estambul (ITU), demanda que ha tenido que ser atendida por el rector Mehmet Karaca y que ha provocado una solicitud similar en otra universidad turca, la Dokuz Eylül University.

Mientras tanto, el jedismo continúa creciendo en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Canadá, donde el número de templos aumenta incesante. Todavía la Fuerza no ha llegado a España, pero habrá que prepararse para rezar: “Cuatro esquinitas tiene mi nave, cuatro Skywalker me la guardan”.

elpaissemanal@elpais.es

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