Con ustedes, la supermodelo payaso

Ya la foto de presentación de su cuenta de Instagram es un poema: una chica de tez blanca con un ojo cerrado y el otro bizco y gesto de soporífero aburrimiento. A partir de ahí comienza el festival del humor: Tilda atragantándose con unas galletas Oreo; Tilda dando de beber de una botella con un brebaje alcohólico a unos adolescentes; Tilda bajando por la barandilla de una escalera una y otra vez; Tilda metida en una fajita mexicana en un montaje desternillante; Tilda pegándose un trompazo con un carrito de maletas en un aeropuerto; Tilda chupándole la oreja a un individuo sin documentar; Tilda... La RAE define payaso de la siguiente manera: "Dicho de una persona: de poca seriedad, propensa a hace reír con sus dichos o hechos". O sea, como Tilda. Las redes sociales de esta chica sueca de 22 años son una lección de alta escuela cómica. Por qué es trascendente. Por tres razones: porque es una supermodelo de las mejores, porque su impronta gamberra se aleja de la estirada y sosa actitud de sus compañeras de gremio, y porque la chica es muy, muy, graciosa.

Una vez me caí en un desfile de Valentino. Me encantaría conseguir el vídeo y subirlo, pero decidieron cortarlo. Hubiera sido maravilloso" Tilda Lindstam

“Me siento rara diciendo cosas sobre mi trabajo como modelo... Bueno, una vez me caí en un desfile de Valentino. Me encantaría conseguir el vídeo y subirlo a mis redes, pero decidieron cortarlo. Hubiera sido maravilloso”, declaraba Tilda a la revista Vogue sobre uno de los momentos más temidos por las modelos: tropezarse en la pasarela. Su cuenta de Instagram, seguida por 300.000 personas y defensora de las fotos sin retocar (#nofilter), aporta una visión diferente de la trastienda y de la industria de la moda. Mucho más cínica que la que ofrecen otras compañeras de profesión más convencionales, como Kendall Jenner o Gigi Hadid. Modelos que cumplen con el perfil mediático y viral, según señala el New York Post, fundamental para triunfar hoy en día en la moda.

“Un creciente número de marcas demandan que las modelos posean un mínimo de 10.000 seguidores en sus redes para ser captadas como imagen. Algunas grandes firmas tiene en cuenta los perfiles de Instagram a la hora de formar el casting”, revela la manager de la agencia Vivien Models, Catherine McGill. En este ranking, Tilda Lindstam asciende puestos sin utilizar Instagram como herramienta de autobombo y promoción profesional. “Mi persona favorita en el mundo es Larry David, el guionista de la serie Seinfeld”, confiesa. Su perfil se nutre de fotomontajes caseros, juegos de palabras y escenas torpes que ocurren en el backstage de los desfiles y que ninguna otra modelo se atreve a publicitar.

“Experta cantante de karaokes y destructora de vestidos de novia”, son algunas de las destrezas que señala poseer. “Linda se muestra natural, divertida, se ríe de sí misma y no se toma demasiado en serio. Y eso agrada a la gente. Las modelos no son más bordes o con menos personalidad, son personas ni más ni menos. Y hay de todo, como en cualquier otra profesión ”, apunta David Vivas, de la agencia Mad Models.

“Me han llamado la atención un par de veces por parecer poco profesional, pero la gente ya va aceptándolo. Y no lo voy a cambiar. Nada de lo que publico me lo tomo muy serio, y espero que tampoco lo haga nadie”, declaró a la revista Dazed el pasado mes de julio. “¿Quién quiere emborracharse conmigo en la Terminal 5 del JKF” o “Internet: un test de sobriedad antes de comprar online por favor. @amazon @seamless @eBay ayudadme por favor o devolverme mi dinero”. Son tweets que dan muestra de ello, y que gustan al público.

Su receta de una “pizza detox” a base de turrón, chucherías y crema de cacahuete alcanzó más de 300.000 visualizaciones en Youtube. Dentro de este gamberrismo se encuadra una imagen donde Tilda da de beber a un adolescente, con la leyenda: “Soy un gran modelo a seguir para los niños. Escribidme si necesitáis algo así para un sábado por la noche”. Un sentido del humor por el que consiguió que el diario Mirror la denominase “la nueva reina de la comedia” y que hace peligrar el primer puesto a otra gamberra, la británica Cara Delevingne.

Tilda forma parte del ranking de las 50 mejores supermodelos del mundo que elabora cada año models.com. Fue descubierta con tan sólo 11 años en el patio de la escuela de su ciudad natal, Boras (oeste de Suecia), por un cazatalentos de la agencia internacional IMG. Sus padres prefirieron que terminara el instituto antes de dedicarse profesionalmente a la moda. “Hice algunos trabajos en Suecia, pero fue en 2008 cuando decidí mudarme a Nueva York para probar suerte de verdad. Vivía en un apartamento de la calle St Mark’s con una chica danesa. Era tan pequeño que apenas podía abrir mi maleta”, ha confesado.

Su primer gran desfile fue el de primavera-verano 2013 de Givenchy. En tan solo una temporada, Style.com la definió como “la número uno de la pasarela” con el mayor número de salidas durante las Semanas de la Moda: 76 desfiles, entre otros, para Alexander McQueen, Burberry, Lanvin y Calvin Klein. Su rostro es habitual en campañas de moda (Bottega y Veneta, 3.1 Phillip Lim) y también de belleza; la última, para la firma francesa Chloé y su fragancia Roses. Fotografiada por Fabien Baron junto a las modelos Caroline Brasch Nielsen y Esther Heesch, se atrevió a parodiar esta campaña con una imagen que publicó en Instagram.

Sin pareja reconocida, Tilda Lindsman es inseparable de otro modelo, el londinense John Rein. Las calles de su vecindario, el Lower East Side, son testigo de sus continuas bromas que rápidamente publica en sus redes sociales. 13.000 "me gusta" consiguió su particular acción #mycalvins, de Calvin Klein Underwear, gracias a una foto de ella en ropa interior donde se veía una cascada al fondo. Por el efecto óptico parece que su amigo Rein está bebiendo un abundante líquido que sale del cuerpo de ella. Tanto por lo bien que parece que se lo pasa como por lo que se divierte todo el que se tropieza con sus bromas, esta mujer es un soplo de aire fresco en una profesión que casi siempre parece rígida y contenida.