¿Qué hacemos por el medio ambiente?

La ayuda al desarrollo que lleva a cabo la Unión Europea cubre materias muy diferentes: la defensa de las minorías y de la niñez, la protección de la cultura, el progreso económico… y, por supuesto, el cuidado del medio ambiente.

Veamos en que se materializa esto último: una parte importante de las energías que utilizamos desgastan el medio ambiente. Por tanto, cuanto más cuidemos esas fuentes de energía, más lo preservaremos.

Tomemos ahora como ejemplo lo que se hace en colaboración con nuestro vecino del sur, Marruecos. Allí, el Ministerio de Energía, Minas, Agua y Medio Ambiente ha definido una nueva regulación energética que entrará en vigor en noviembre de este año: se trata de una serie de normas que promueven tanto el uso de energías renovables como el ahorro energético en las nuevas construcciones.

Estas normas son coherentes con la política europea de vecindad para el sector de la energía. Por ello, en diciembre del 2008, europeos y marroquíes firmaron, por un importe aproximado de 70 millones de euros, un programa de apoyo a la reforma del sector energético en Marruecos. El objetivo general del proyecto es contribuir a la correcta implementación de las reformas en el sector.

La vida del programa finaliza en diciembre del 2015. Por tanto, los resultados del mismo empiezan hoy a vislumbrarse. Entre otras cosas, el programa se ha materializado una veintena de proyectos. Escojamos dos al azar y describámoslos.

El contrato Optimización energética de 32 inmuebles en el barrio Ain Sbaa de Casablanca y el contrato Aplicación de soluciones técnicas para reducir el consumo de energía y el impacto ambiental en la construcción del hotel de Lixus de Larrache tienen muchos puntos en común. Son proyectos que intentan facilitar la puesta en marcha de la nueva regulación marroquí. Para ello la Unión Europea ha cofinanciado una serie de aspectos en las dos edificaciones. Entre ellos, el aislamiento de muros y techos, la instalación de dobles ventanas y el uso de energías renovables como la energía solar.

El aislamiento del hotel Lixus parece lógico ya que reducirá el uso del aire acondicionado de sus inquilinos, turistas extranjeros en su mayoría. Pero, puesto que los marroquíes no tienen costumbre de usar ni aire acondicionado ni calefacción en sus casas, ¿para qué aislar las viviendas unipersonales de Casablanca? Jean Loup Thibon es un experto en temas energéticos encargado de dar seguimiento al programa. Lo explica así: “En muchos lugares de Europa hace 20 años el uso de aire acondicionado en el coche era un lujo al que pocos tenían acceso. Hoy prácticamente todos los coches lo llevan. De la misma forma, y tras los estudios previos llevados a cabo, se deduce que en el medio plazo, las familias marroquíes empezaran a requerir aclimatar sus casas. Un buen aislamiento reducirá la factura energética. Este proyecto pretende anticipar necesidades”.

En el medio plazo, las familias marroquíes empezaran a requerir aclimatar sus casas. Un buen aislamiento reducirá la factura energética

El proyecto se implementa conjuntamente con la Agencia Nacional para el Desarrollo de la Energía Renovable y la Eficiencia Energética. Redouane Yessouf es jefe de los servicios de construcción de la agencia a la que define como "el brazo ejecutor" del ministerio de Energía. Él nos acompaña a visitar los proyectos. Mientras caminamos por los edificios aún en obras, nos explica algunas características del programa:

“Primero, pretende mostrar a los agentes involucrados las ventajas del ahorro energético haciéndoles entender las oportunidades de la nueva regularización marroquí y animándoles a llevarlo a cabo. Me estoy refiriendo a la disminución de la factura mensual en electricidad”.

“Segundo, tratamos de demostrar que introducir medidas de ahorro energético supone un aumento en los costes de construcción muy asequibles. Hablamos solo de un aumento de entre un 6% o un 8% del presupuesto inicial".

“Tercero, se trata de un proyecto piloto. Ponemos a disposición del ministerio de energía medios para comparar, analizar y, en fin, decidir sobre las mejores políticas a seguir”.

Nos explica éste último punto el encargado de llevar la ejecución de la instalación eléctrica del hotel Lixus, Pedro López Clement: “Aquí podemos usar la energía solar de dos formas: Con paneles solares o fotovoltaicos: los primeros se limitan a calentar el agua. Los segundos crean energía”. En este proyecto se han instalado paneles de los dos tipos. La idea es poder comparar a lo largo del tiempo cuáles se adaptan mejor a las necesidades y costumbres marroquíes para fomentar su uso posterior.

Concluyamos: Puesto que compartimos el planeta con el resto de los continentes, las labores que los europeos realicemos fuera en el cuidado del medio ambiente son, quizás, aquellas que nos aportan beneficios más evidentes.

Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisión de la Unión Europea. El propósito de este artículo fue escrito por el autor por su propio nombre y no refleja necesariamente el punto de vista de la institución para la que trabaja. El propósito de este artículo no compromete la responsabilidad de esta institución.