_
_
_
_

“Durante la última guerra solía escribir. Ahora estoy sin palabras”

La trabajadora de Médicos del Mundo vive en una "zona atractiva" para los bombardeos aéreos

Así dibuja el conflicto Tasneem, la hija de 19 años de Asma S, trabajadora en Palestina de Médicos del Mundo.
Así dibuja el conflicto Tasneem, la hija de 19 años de Asma S, trabajadora en Palestina de Médicos del Mundo.

"Seguimos esperando y rezamos todas las noches para que algo cambie pronto. Tasneem, mi hija mayor, trata de mantenerse ocupada, así que dibuja. A ella le gustaría estudiar algo relacionado con el diseño, pero tendría que viajar al extranjero, porque no hay estudios de diseño en Gaza. Era su sueño... ¡Pero ahora su único sueño es ver el fin de esta pesadilla! Durante la última guerra yo solía escribir cómo nos afectaba a mi familia y a mí, pero ahora estoy sin palabras..."

Asma Shalayel, quien escribe estas líneas, es cooperante de Médicos del Mundo y madre de seis hijos e hijas: Tasneem, de 19 años (la dibujante), y otros cinco de 15, 15, 11, 7 y 5 años.

El menor tiene problemas de comunicación y dificultades para hablar. Los médicos le dijeron a la madre que esto se debía al conflicto de 2009, durante el que ella estaba embarazada. Sin embargo, en los últimos días, con bombardeos y con el miedo que sentía, el pequeño empezó a gritar y a hablar más. Asma se ríe cuando dice: “¿Puede una guerra sanar las heridas causadas por la anterior?”.

Es Eid (fiesta del fin del Ramadán). Cuando la vida en Gaza es tranquila, Asma y su familia comen pescado seco. Pero nadie tiene pescado estos días, así que en su lugar comen queso. Este día, cuando la ciudad no está bajo las bombas, las calles de Gaza se llenan de niños jugando. En esta ocasión, están tan vacías que incluso al principio la familia pensó que había una tregua y menos bombas.

Así se lo cuenta Asma a sus colegas de Médicos del Mundo. Y con su compañera Alejandra García-Paton, también trabajadora de la organización en Palestina, habla en estos términos por teléfono.

—Asma: Es horrible estos días. Vivo en la zona más atractiva para los ataques aéreos. Todos los días tenemos por lo menos 15 fuertes ataques aéreos a menos de 50 metros de nuestra vivienda. Además, estamos cerca del mar y los bombardeos desde el mar son aterradores...

—Alejandra: Esto es absolutamente intolerable… pero nosotros no sabemos qué más hacer.

—Asma: Tu apoyo y tu voz está haciendo mucho.

—Alejandra: Pero esto no para los bombardeos y eso es lo queremos todos. Esto tiene que terminar pronto.

—Asma: mis hijos tienen la misma esperanza todas las noches.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_