Técnicas científicamente testadas para ligar más en Internet
Hacer surf, sonreír enseñando los dientes y no confesar que tiene un gato. Claves para triunfar en las webs de citas
La ciencia ha conseguido descubrir el secreto de la partícula de Dios, la estructura del ADN y hasta la mejor forma de sujetar una hamburguesa. Pero, hasta el momento, no había sido capaz de responder otra de las grandes preguntas de la humanidad: ¿Cómo ligar más?
Gracias a las mismas técnicas de análisis de datos que permiten que nuestra cuenta de correo nos invite a comprar una antihemorroidal justo después de que hayamos enviado sendos mails definiendo a nuestro jefe como un grano en el culo, la revista Wired ha arrojado algo de luz sobre esta materia en el ámbito online.
Los hombres que utilizan la preposición “quien” en sus perfiles online obtienen un 31% más de mensajes para tener una cita
Con la colaboración de los portales de citas OkCupid y Match.com, el equipo de la revista estadounidense estudió las 1.000 palabras más utilizadas, las series y películas más populares y los 400 perfiles con más éxito en ambas páginas para llegar, entre otras, a las siguientes conclusiones:
1. Si eres un hombre gay debes colgar en tus perfiles fotos al aire libre. El 48% de las imágenes de los hombres gays más populares en OkCupid lo son.
2. A los hombres les gustan los selfies, a las lesbianas, no. (Solo el 4% de las chicas homosexuales que más peticiones de citas reciben los utilizan)
3. Hacer surf y yoga son dos actividades muy valoradas tanto por hombres como por mujeres. ¿Si sales haciendo una asana sobre una tabla (Sup yoga) implosionará la página ? ¿Y si mientras lo haces te sacas un selfie?
4. “Mencionar gatos está bien, pero si escribes ‘mis gatos’ entonces eres un raruno”. O sea, que puedes incluir entre tus inquietudes degollar mininos negros pero no debes confesar que tienes mascotas. El análisis digital de datos demuestra tener aún tanto que evolucionar como las centralitas automáticas.
5. Las lesbianas aprecian las piernas bonitas; los gays, los brazos fuertes; y los heterosexuales, los estómagos planos.
6. Los hombres que utilizan la preposición “quien” obtienen un 31% más de mensajes para tener una cita. “Quien, quien, quien, quien, quien, quien…” ¿Si lo escribes suficientes veces llamará Angelina Jolie?
Wired también da alguna recomendación sobre el tipo de fotos que más peticiones de encuentros reciben: “Aquellas en las que se está mirando directamente a la cámara y se enseñan los dientes al sonreír”. Lo que prueba que los algoritmos informáticos aún no son capaces de valorar plenamente una de las variables con más peso evolutivo: estar o no estar bueno.
Alli Reed puso en su ficha falsa que le divertía arrojar café hirviendo a los vagabundos. Más de 150 hombres le escribieron para quedar con ella
Otro estudio, en este caso de campo, enriquece y matiza los consejos anteriores para ligar online. La periodista estadounidense Alli Reed decidió crear un perfil falso en OKCupid que resultase tan desagradable que ningún hombre en su sano juicio decidiese ponerse en contacto con ella. Entre sus aficiones incluyó hacer creer a la gente que está embarazada, tirar café hirviendo a los vagabundos y mantener “América americana”. Todo salpimentado con una buena ración de faltas de ortografía. Bromuro puro si no fuera porque para encarnar a aaroncarterfan (sí, el hermano del rubito de Backstreet boys) eligió varias fotos de una amiga suya modelo en bikini, corsé, etc.
En 24 horas recibió 150 mensajes. Su siguiente objetivo fue conseguir que, pese a su (falso) cuerpazo, los hombres dejaran de escribirle. Así que confesó que se había abierto un perfil de Facebook haciéndose pasar por una chica de 14 años para acosar a unas amigas de su hermana. Lo que a su pretendiente le pareció encantador. Después le comentó que se divertía diciéndoles a los hombres con los que salía que estaba embarazada. Albricias.
Así que tuvo que ir un paso más allá. Aaroncarterfan le pidió a un hombre que le dejase tatuarse una sirena. Y aceptó. Luego, según cuenta al Daily Mail, exigió a otro que se extrajera varios dientes (le escribió “creo que tienes demasiados dientes en la boca”). Finalmente tiró la toalla experimental y pensó seriamente en comprarse un cinturón de castidad. En vez de eso, escribió una columna donde argumentaba “que los hombres han sido tan profundamente programados para valorar a las mujeres por su aspecto físico, que muchos de ellos son incapaces de tener en cuenta otros aspectos como la inteligencia”.
La única conclusión tras cruzar ambas investigaciones es que el ser humano puede leer el ADN, descomponer la partícula de Dios y comer una hamburguesa sin que la mitad del acompañamiento termine en la mesa, pero no sabe a ciencia cierta cómo ligar más (si no es convirtiéndose en una versión más buenaca de sí mismo).
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