A Valérie Trierweiler no le gusta que la vean en bikini
La compañera del presidente francés presiona a los medios para que no publiquen fotografías de ella y Hollande en bañador- Estudia llevar a juicio a varias revistas que sí sacaron la imagen
Desde su polémico tuit de apoyo a un tránsfuga socialista, Valérie Trierweiler, compañera sentimental del presidente François Hollande, ha dejado claro que le cuesta hacerse a su nuevo estatus de primera dama. Su decisión de seguir trabajando como periodista, aunque limitada al ámbito cultural, ya había levantado críticas por suponer un claro conflicto de intereses. Trierweiler ha calmado los ánimos manteniendo un perfil discreto y plegándose a las obligaciones oficiales. Pero sigue sin acostumbrarse al escrutinio público y no ha dudado en servirse de su influencia para evitar la publicación de una fotografías publicadas la semana pasada en las que aparece con un bikini negro y Hollande en bañador.
Las fotos de la discordia muestran a la pareja dándose un baño en la playa Cabasson, en la Costa Azul, frente al Fuerte de Bregançon donde veranea y donde abundan los paparazzis. El semanal VSD, que publicaba la imagen en portada con el titular de Normales hasta el bañador, relata en su editorial que recibió presiones del entorno de Trierweiler para frenar la publicación. También la revista Voici habla de “presiones amistosas”, según afirma el diario Libération, mientras que Grazia, que no tenía las instantáneas, recibió un fax de advertencia de los letrados de la primera dama. Trierweiler contempla ahora llevar a juicio a los medios que finalmente decidieron hacer caso omiso a las pretensiones de Trierweiler.
El caso es polémico porque la pareja presidencial ya se había dejado fotografiar en sus vacaciones
El caso es polémico porque la pareja presidencial no había dudado en dejarse inmortalizar recorriendo las calles del pueblo vecino, saludando a los turistas, o paseando por la playa. Las fotografías coparon las portadas de la prensa nacional, y no solo de las revistas del corazón, enviando la imagen de normalidad que tanto le gusta al nuevo mandatario. Contrastaba de paso con la de sus predecesores en el Elíseo, Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, que tan solo se dejaban ver cuando el expresidente salía a dar una vuelta en bici acompañado por sus guardaespaldas.
No es la primera vez tampoco que Trierweiler se dirige directamente a sus compañeros de profesión. Durante la campaña presidencial mandó un furioso mensaje de texto de corrección a su compañera de Paris Match, Mariana Grapinet, que había definido al hijo de Hollande y de su expareja Ségolène Royal como el mayor de “la pareja Hollande-Royal”. “Thomas es el hijo de la expareja Hollande-Royal. ¿A qué juegas?”, le escribió.
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