El Gobierno y la Generalitat se acusan de politizar la crisis de El Prat

Los trabajadores de los filtros de seguridad de El Prat afearon ayer al Gobierno y a la Generalitat que instrumentalicen su huelga en pleno desafío independentista. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) aprovechó ayer las colas para repartir folletos explicando que la secesión mejoraría la gestión del aeropuerto. El PP acusa al Govern de no mediar lo suficiente, mientras que la Generalitat le reprocha su dejadez. “Cada cual, que asuma sus competencias”, exigió Rajoy.

“Aquí no hay partidos políticos ni sindicatos, es un tema de trabajadores”, aclaró ayer Juan Carlos Giménez, el asesor del comité de huelga de Eulen antes de comenzar la tercera reunión de la mediación laboral con la empresa, la Generalitat y la presencia de AENA. El portavoz lamentó que “se está liando mucho el tema” y criticó que se use su conflicto laboral “para darse publicidad o lo que sea”.

Pero las palabras de Giménez no frenaron la escalada de acusaciones cruzadas entre la Generalitat y el Gobierno. El mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entró de lleno al reclamar a la Generalitat que “ejerza sus competencias y asuma sus propias responsabilidades”. El presidente se refiere con estas palabras al hecho de que el Govern es la autoridad laboral en Cataluña y tiene, entre las competencias, la mediación en conflictos laborales.

Rajoy, después de su encuentro con el Rey en Palma de Mallorca, agregó: “Pido a la empresa y trabajadores sensatez, sentido común y responsabilidad. Y pido que nadie intente utilizar el asunto contra nadie por razones políticas. AENA gestiona los aeropuertos por igual, y ahora todos nos debemos concentrar en devolver la normalidad al aeropuerto de El Prat”.

Las declaraciones del Govern llegaron ayer por boca de su conseller de Territorio, Josep Rull: “El Estado [en referencia al Gobierno central] y la Delegación lo miran de lejos, pensando que son cosas de empresas privadas y que hacer cola en verano es normal”.

La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona habían pedido antes que AENA, participada mayoritariamente por el Gobierno central, mediara entre los trabajadores y Eulen, pero el gestor aeroportuario se negó por considerar que se trataba de un conflicto laboral entre los empleados y la empresa. El comité de huelga había puesto la participación del gestor como condición para sentarse a la mesa de mediación.

El pasado jueves, en la víspera de la primera jornada de huelga, el gestor aeroportuario aceptó finalmente acudir a la mediación. La Generalitat criticó una reacción tan tardía. El pasado domingo, además, el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, y el presidente de AENA, José Manuel Vargas, participaron en el comité de crisis de El Prat para escenificar el compromiso del Estado. El golpe de efecto no logró resolver el conflicto.

Gómez-Pomar insistió ayer en una entrevista a la Cope que AENA es una simple observadora y que el peso de la mediación recae sobre la Generalitat. Los trabajadores de Eulen, sin embargo, reconocieron el domingo pasado el esfuerzo de los técnicos del departamento catalán de Trabajo para llegar a un acuerdo. El secretario general del ramo, Josep Ginesta, ha llevado el peso de las negociaciones. Estos últimos días las partes se han acercado.

A las críticas mutuas entre Gobierno y Govern por el conflicto se sumó ayer la ANC en favor del sí al referéndum del 1 de octubre. Varios voluntarios repartieron entre los pasajeros que hacían las colas de hasta una hora unos folletos en los que aseguraban que la independencia permitiría una mejor gestión aeroportuaria.