La nostalgia gótica de Maná

Les ha costado cuatro años, ocho meses de trabajo y pérdidas familiares que han coloreado con graves y oscuros su sonido y letras de pop-rock mestizo, pero Drama y luz, el nuevo disco de Maná, ya está en España. La banda mexicana llegó ayer a Madrid para iniciar "la gira más espectacular" de su carrera, anunciaron Fher Olvera y Sergio Vallín, cantante y guitarrista del grupo.

Maná aterrizó el 18 de mayo de 2010 en Los Ángeles para comenzar un encierro de ocho meses de creación y grabación. "El disco se iba a llamar Cuando los árboles mueren de pie, pero en el proceso creativo murieron mi madre y, un mes y medio después, mi hermana", explica Olvera. "Entonces el título cambió a Drama y luz".

El grupo prepara un espectáculo en 3D, sin necesidad de gafas

En aquel momento, el cantante decidió continuar con la grabación porque después de 20 años de carrera y 22 millones de discos vendidos en 40 países, confiesa, "la música fue la mejor curación".

Estos acontecimientos determinaron el 18º disco de estudio de la banda mexicana. Suena a nostalgia con toques góticos. Las baladas predominan y "el rock declarado" de sus temas míticos como Clavado en un bar se mitiga. Lo más parecido, las canciones Mi reina del dolor y Amor clandestino. "El amor por la música que tenemos desde Rayando el sol [1991] continúa en esencia, pero vestido de otra manera", explica Vallín. "Hemos experimentado mucho más, incluyendo una orquesta sinfónica y nuevos instrumentos".

Todo este proceso, ambientado con velas, lámparas de lava, pequeñas esculturas budistas y algún que otro trago de tequila, se recrea en el DVD que acompaña a la edición especial del disco. En el transcurso de casi una hora de grabación se descubre otro de los trucos que le dan este tono grave a Drama y luz. "Grabamos canciones como Amor clandestino siguiendo las técnicas de la vieja escuela: en cinta, es decir, en analógico, para que agarrara bien los graves y tomara cuerpo el disco", recuerda el cantante.

El batería Álex El Animal González se turna en el micrófono con Fher Olvera para cantar el himno del disco, Latinoamérica. "Habla de la solidaridad entre los latinos de Estados Unidos", cuenta Olvera. "Una comunidad de 50 millones de personas, muchas de ellas marginadas por las políticas racistas de este país". Maná le hizo llegar este mensaje a Hillary Clinton en una reunión que mantuvieron en la Casa Blanca este verano.

No es el único reclamo que tienen preparado para un mandatario. Fher Olvera, a título personal, se desmarca y propone la legalización de la marihuana para resolver la masacre de más de 50.000 asesinatos que asola su país, México. "No estamos diciéndole a la gente que fumen mota como locos. La marihuana tiene sus broncas, aunque está demostrado científicamente que es menos dañina que el alcohol", explica Olvera.

El líder de Maná ve en Holanda un modelo a seguir para la sociedad mexicana: "No se pueden prohibir todas las cosas. El Gobierno no puede actuar tanto como padre. Los papás de sangre son los que tenemos que preparar a los hijos. No es fácil, pero tampoco es una utopía".

Sobre los ocho escenarios que pisarán en terreno español, Maná proyectará un espectáculo audiovisual en 3D, sin necesidad de gafas especiales. "Es la primera vez que se usan estas pantallas sensibles en un concierto", explica Olvera. "Ha supuesto un gran coste, pero ha merecido la pena", continúa Vallín. "Algunas canciones como Sor María y El espejo son muy teatrales y gracias a este montaje se van a poner en escena de manera muy artística".

Valga un dato para aquellos que ya han agotado las entradas del concierto de Madrid (15 de septiembre) en el Palacio de Deportes: "En el Billboard estadounidense nos eligieron como uno de los tres mejores shows de Estados Unidos". La gira española les llevará hasta el 24 de septiembre por Murcia (9), Málaga (10), Bilbao (17), Oviedo (18), Barcelona (20), Las Palmas (23) y Tenerife (24). Y anuncian que repetirán el verano que viene.