Las 1.001 peripecias de 'La dama del armiño', de Leonardo da Vinci
La familia Czartoryski es la dueña del cuadro que por primera vez llega a España
Desde el Gran Ducado de Lituania del siglo XIII hasta su dorado exilio en el hotel Lambert de París, símbolo y hogar de la gran emigración polaca, la principesca familia Czartoryski ha vivido hazañas, derrotas y peripecias suficientes como para llenar una enciclopedia. Hoy, el jefe de la noble familia polaca es el príncipe Adam Karol, de 70 años, hijo de la princesa Dolores de Borbón, primo del rey Juan Carlos, y Orleans por dos ramas distintas. Experto en artes marciales, es sin embargo otro tipo de arte el que ha dado fama al afable príncipe Czartoryski: es el dueño real del que quizá sea el único cuadro de Leonardo da Vinci que está en manos privadas, La dama del armiño, maravilloso retrato de mujer con animal salvaje en brazos, que se expone desde mañana por primera vez en España (Palacio Real, Madrid) junto al resto de la colección del museo Fundación Czartoryski de Cracovia.
"Si se pierde, me muero. Ese es su precio", afirma el príncipe Adam Karol
El príncipe Adam Karol es en realidad Adán Carlos. Durante la II Guerra Mundial, su familia huyó de Polonia y llegó por barco a Cádiz; él nació en Sevilla en 1940 y hoy sigue manteniendo un ligero acento andaluz. En su casa romana, con las paredes forradas de antepasados, al óleo y en fotos, el príncipe va contando, con la ayuda de su segunda mujer, Josette Kalil, el milagro que supone haber mantenido durante más de 200 años la propiedad del retrato de Cecilia Gallerani, poeta, música y amante del duque Ludovico Sforza El Moro, a la que Leonardo pintó hacia 1496, cuando era jefe de festejos del palacio.
"El que compró La dama fue este de aquí", explica el príncipe señalando al retrato de un tipo muy alto y con cara de mandar mucho. "Era Adam Jerzy, que fue ministro de Exteriores durante 21 años. Viajó a Roma como embajador cuando su madre estaba empezando a formar su museo, y no solo compró el leonardo. También un espléndido retrato de Rafael, que desapareció en manos de los nazis en 1945".
La madre de aquel Adam era la princesa Izabela, que por esos azares de la azotada patria polaca vivió largo tiempo como rehén en la corte de Catalina de Rusia. La historia cuenta que Adam Jerzy y su madre apenas sabían lo que compraban. Cuando La dama llegó al castillo de la familia, al sur de Varsovia, Izabela exclamó ante el armiño: "¿Eso qué es? Si es un perro es muy feo".
Hasta 1830. Los rusos invaden Polonia y los Czartoryski se exilian con armas y bagajes a territorio austriaco. En Sieniawa establecen el primer Museo Vivo de Polonia, con los objetos de la rica y beata familia. Y en 1842, todos a París. Adam Jerzy compra el Hotel Lambert, lo restaura y muere. Toma su relevo su hijo menor, Wladyslaw, "este sí un verdadero coleccionista", recuerda la mujer del príncipe. "Con su hermana, Izabela, compraron una maravillosa alfombra polonesa, vasos etruscos y griegos, antigüedades romanas y egipcias, esmaltes de Limoges...".
Tras los disturbios que siguen a la derrota francesa contra Prusia, en 1871 Wladyslaw esconde las obras en el sótano y huye. Cracovia ofrece su arsenal como museo, y en 1878, La dama y el rafael vuelven a Polonia. Hasta la I Guerra Mundial. "Adam Ludwik, hijo de Wladyslaw, llevó la parte más valiosa de la colección, 85 piezas, a Dresde", añade Czartoryski. "Vuelven a Cracovia en 1920, pero en 1939 mi padre, Agustyn, las lleva de nuevo a Seiniawa, y luego a casa de un primo", prosigue. En 1940 los nazis empaquetan todo: para la colección de Hitler. Cinco años después, el gobernador alemán de Cracovia, Frank, traslada la colección a Silesia, los aliados lo interceptan y mandan La dama a casa. Pero el rafael ya no está. Tras 46 años de comunismo, el Tribunal Supremo polaco decide que el príncipe Adán Carlos es su dueño original. Vuelve a casa, monta la fundación, y hasta ahora.
-¿Cuánto calcula que vale el cuadro, príncipe?
-Si se pierde me muero. Ese es su precio.
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