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Reportaje:JUSTO NAVARRO | DIARIOS DE ESCRITORES

'La lectura en Internet mezcla impaciencia e indolencia'

Política exterior: José María Blanco White, agente del Foreing Office, informa a propósito de la insurrección en México: "Tranquillity must here be the effect of destruction".

Política interior: Leonardo Sciascia, rotundamente: "Todos los hechos delictivos ocurridos en Italia en los últimos años y que parecen dirigidos contra el Estado, el Gobierno, el statu quo, la autoridad, las instituciones, han servido en realidad para mantener todo lo mencionado intacto, igual que siempre, a despecho de su inevitable pérdida de prestigio". (Copio la traducción de César Palma). [Pero, poco más adelante, Sciacia habla de "la seguridad y la claridad con la que somos capaces de hablar de las cosas que apenas conocemos, y, en cambio, la inseguridad y la oscuridad con que hablamos de las cosas que conocemos perfectamente".]

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Diarios de escritores

Instinto patriótico: Blanco White huye de Madrid en 1808 y, a su paso por Almaraz, asiste a un motín de vecinos ante la casa del alcalde. Están llegando noticias de los sucesos de Madrid. ¿Qué quieren?, pregunta el alcalde. "La respuesta que recibió me parece que no tiene precedente en la historia de los tumultos populares: 'Queremos matar a alguien, señor -dijo el portavoz de los amotinados-. En Trujillo han matado a uno; en Badajoz, a uno o dos; en Mérida, a otro, y nosotros no queremos ser menos. Señor, queremos matar a un traidor".

En literatura, como en la ciencia, nuevos métodos de observar y medir producen cambios (o se ha producido antes un cambio de pensamiento, metodología o tecnología que exige nuevos métodos de observar y medir).

El psiquiatra Lacan, teatral, monológico y dramático, da una conferencia en Lovaina. He visto esta tarde el vídeo con unos amigos. He hecho de traductor simultáneo. Lacan habla: "La muerte entra dentro del dominio de la fe. Hacen ustedes bien en creer que van a morir. Si no creyeran, ¿podrían soportar la vida que llevan? Si no estuvieran sólidamente apoyados en la certeza de que esto acabará, ¿acaso podrían soportar esta historia?". Un amigo rompe a reír. Otro pregunta: ¿La historia a la que se refiere es su conferencia? La amiga dice: "Es muy bueno. Parece Shakespeare".

Me dijo que estaba desconectado del mundo, pero cuando escribía que estaba desconectado del mundo se conectaba al mundo (en cierto modo).

Mi amigo, hijo de un militar de altísima graduación y enormes responsabilidades ya fallecido, me cuenta que su padre le provocaba afasia. Su padre lo llamaba, le hablaba tranquilamente y él no podía responder ni preguntar (he leído que una lenta inyección intracarótida de amilobarbital sódico produce afasia e incluso pérdidas momentáneas de conciencia: una sola voz puede producir los mismos efectos). Yo le digo que otro medio muy usado en tiempos de nuestros padres para provocar la parálisis de la musculatura vocal y el silencio eran los gritos. Los gritos, aparte del miedo, confundían, impedían pensar, suspendían el juego de las palabras que salen al paso de las palabras, te borraban las palabras de la cabeza y dejaban la mente en blanco o en negro. (Dante, Purgatorio, XXXIII, 25: "Como aquellos, demasiado reverentes, que al hablar con alguno de sus mayores, no sacan viva la voz más allá de los dientes".)

Erle Stanley Gardner, más olvidado que su criatura de novela policiaca, el abogado Perry Mason: "Cada página empuja al lector a la siguiente: a eso le llamo yo talento". El talento en una página web consiste en lo contrario: en retenerte en la página, en quitarte el apremio de saltar a otra. La lectura de un libro pide perseverancia. La lectura en la pantalla internética mezcla impaciencia e indolencia, dos cosas poco amigas de la perseverancia.

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