"La mejor relación que puedo tener con Internet es ignorarla"

Hecho todo un pecho lobo, Colin Farrell (Dublín, 1976) se sienta delante de un grupo de periodistas con la camisa abierta hasta casi el ombligo; eso sí, chaquetilla gris de punto por encima, que refresca en la mañana sevillana. El actor irlandés presenta en el festival de cine europeo de la ciudad andaluza Triage, la última película del director bosnio Danis Tanovic (Oscar por En tierra de nadie), en la que encarna a un fotoperiodista atrapado en el Kurdistán en guerra de los años noventa. A su vuelta a casa, herido, deberá afrontar sus miedos con la ayuda de su mujer, Paz Vega, y del abuelo de ésta, Christopher Lee.

Hoy, Farrell tiene otros miedos: acaba de ser padre por segunda vez y sus suegros, de estricta educación católica, han recibido en casa una copia de su vídeo sexual, que hace cuatro años pululó por Internet, y en el que Farrell demostraba sus talentos al completo. Tras respingar al oír la palabra Internet, asegura: "La mejor relación que puedo tener con Internet es ignorar el tema, vivir mi vida y mantenerme alejado de cosas así". El irlandés se burla de su acento mientras enciende un cigarrillo, e insiste en que es sólo un actor -"depende de si el director es también guionista y si se cambian cosas en el libreto durante el rodaje, pero yo soy intérprete y básicamente ése es mi trabajo"- y además alejado de Hollywood: "No diferencio entre clases de cine. Voy tras las buenas historias; en realidad, no soy aficionado a los nacionalismos". Farrell mezcla sonrisas y seriedad tras sus gafas de sol y se relaja charlando de su hijo: "Llevo meses sin trabajar, porque tuvimos a Henry en octubre. Ser padre no cambia una carrera. Te endurece y te reblandece a la vez. A lo mejor llega la hora de abandonar el dolor, el sufrimiento y hacer una comedia chorra. De Triage, no me gustaría hablar como un experto de mi personaje, del fotoperiodismo, porque mi experiencia es de oídas. Sí, he aprendido que es un trabajo muy duro. Hay algo poco natural en esta profesión: el corresponsal de guerra tiene que ser imparcial, y emocional e intelectualmente debe estar alejado de los soldados que luchan a su lado. Sin embargo, todos somos seres humanos y los sentimientos pasan factura". Para Farrell, "la cámara sirve para protegerse a veces y distanciarse de lo que ocurre cerca; simultáneamente estás en el ojo del huracán y en la periferia de la existencia".

Triage se estrena en España el próximo viernes. ¿Qué tal la relación con un hombre como Lee, con más de 200 filmes a sus espaldas? Socarrón, responde. "Llevo ya 15 años en el negocio, y sigo buscando jóvenes talentos a los que apoyar, como Christopher Lee. Creo que tiene futuro y quiero ver qué hace ahora".