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Reportaje:Las colecciones de EL PAÍS

Con la ayuda de los 'fans'

Mañana, por un euro con EL PAÍS, la taza del álbum 'Help!' de los Beatles

La canción que da título a este álbum de 1965, Help!, que funcionó como la banda sonora de la película homónima, es un descarnado y efectivo grito de ayuda. Una de esas canciones de apariencia sencilla y complejo corazón que John Lennon parecía componer sin esfuerzo. ¿Quién no ha necesitado alguna vez a alguien, pero no a cualquiera?

Beatles era por entonces una sobresaliente banda muy cerca de alcanzar la inmortalidad. Y más que un poco de ayuda, ya tenían más de lo que necesitaban: el empujón creativo del tándem Lennon-McCartney.

Help!, a cuya portada rinde homenaje la taza que mañana se entrega por un euro, es una impresionante colección de los primeros hits del cuarteto. Algunas de las interpretaciones más tarareadas de la historia: Ticket to ride, You've got to hide your love away, Yesterday o Dizzy miss Lizzy, entre ellas.

Sacaron ese sentido del humor de la clase obrera que nunca olvidaron

Para la portada, los cuatro de Liverpool sacaron a relucir ese sentido del humor de la clase obrera que siempre tuvieron. Al fotógrafo Robert Freeman le pareció una buena idea que los miembros del grupo dibujasen con los brazos (y las banderolas que sostienen) las letras que componen Help, en ese lenguaje que se emplea en las pistas de aterrizaje. El resultado no fue satisfactorio estéticamente, de modo que George Harrison, John Lennon, Paul McCartney y Ringo Starr (por este orden) escenificaron una sucesión de letras -NJUV- armónica, sí, aunque sin demasiado sentido.

En la remasterización que, después de 22 años, ha realizado la casa de discos EMI de los álbumes de la banda se han publicado dos versiones; una, en estéreo, y otra, la original, respetando el espíritu mono de la época.

La película que adornaron estas canciones fue dirigida, como otras cumbres del cine pop de la banda, por Richard Lester. Se partió de la inspiración de Sopa de ganso, de los hermanos Marx, y pretendía ser una parodia de los filmes del detective James Bond. Rodada en varios escenarios del mundo (desde los Alpes a Londres o Las Bahamas). El resultado, de nuevo, no satisfizo completamente a la banda, pero sí a los beatlemaniacos.

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