Un triunfo en los márgenes del cómic
Sergio Aragonés, creador de Groo, recibe un homenaje en California
Nació en Castellón en 1937 y la mayor parte de su obra está en los márgenes del cómic. Literalmente. Como en la revista MAD. Sergio Aragonés se hizo especialista en los chistes dibujados a pie de página, parodias para ver con lupa en los bordes de la publicación. Un talento que a sus 71 años -y contra todo pronóstico- se ha convertido en uno de los grandes del cómic estadounidense, galardonado con el premio Reuben y el Will Eisner -los honores más cotizados del gremio-. Sus compañeros le veneran por ser el autor más rápido del mundo o el que "ha dejado más dibujos en servilletas". "Seguro que nadie ha dedicado tantos cómics como yo. No creo que exista un Groo que no haya firmado", afirma socarrón este español, que llegó a México con su familia huyendo de la Guerra Civil y que se afincó hace 25 años en Ojai (California), localidad que hasta el próximo 4 de octubre le dedica una exposición monográfica.
Allí hay muestras de su personaje insignia, Groo, ese bárbaro cómico y algo quijotesco, o muchos de sus chistes para MAD. También están sus galardones y algunas de las manualidades de un dibujante que sabe un poco de todo: carpintero, mimo, actor. Aragonés es capaz de tejer, hacer cerámica o barcos en miniatura. "Pero el tiempo lo necesito para mejorar mis dibujos", confiesa con humildad. Se define como un mal dibujante que llegó lejos con amor, práctica y ocho horas al día de dedicación. "Es mucho más difícil hacer humor si no naces con gracia".
El de Aragonés fue siempre un humor alocado que encajó perfectamente en MAD hace más de cuarenta años, cuando su inglés aún dejaba mucho que desear y ser hispano no estaba de moda. Un humor sarnoso surgido de la observación y cargado de crítica social. "Ahora el gusto es más infantil. La mentalidad popular es menos sutil; la culpa es del cine". Para Aragonés, los verdaderos culpables de la crisis actual del tebeo están dentro de la industria. "Abandonados hace tiempo por los editores de cómics, los jóvenes han buscado otras formas de entretenimiento. Alguien que nunca ha leído un cómic es difícil que compre un tebeo cuando tiene lo mismo en el cine con todos los efectos especiales". Sin embargo, no es pesimista. "El cómic se volverá algo exclusivo y bueno porque desaparecerá lo malo". Sus caballos ganadores: las aventuras de Will Eisner o Joe Kubert, el cómic underground y el humor de La Codorniz y TBO. Además de Los Simpson. "Cuando ponen Los Simpson, siempre me tomo media hora de descanso", confiesa el dibujante, que ni siquiera ha soltado el lápiz para la entrevista.
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