Los lobos de Cai Guo-Qiang toman el Guggenheim
La manada de 99 lobos de peluche del artista chino Cai Guo-Qiang han asaltado las salas del Guggenheim Bilbao, en lo que supone un fascinante cruce de caminos entre el arte y la investigación naturalista. Guo-Qiang, uno de los creadores emergentes del mercado internacional del arte y un individuo obsesionado por la cosmología, fue el responsable de las extraordinarias colecciones de fuegos artificiales que abrieron y clausuraron los Juegos Olímpicos de Pekín. Su aterrizaje en Bilbao se produce después de haber pasado por el Guggenheim de Nueva York. Allí montó, como ahora a orillas del Nervión, sus inabarcables instalaciones con lobos, con automóviles o con pólvora. Es la explosión creativa de un artista amante de las estrellas, el fuego... y el Guernica, de Picasso.
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