Yo os declaro esposa y esposa 55 años después
Dos octogenarias inauguran las bodas homosexuales en California
El lunes, Del Martin y Phyllis Lyon, de 87 y 83 años, entraron en el Ayuntamiento de San Francisco para casarse. Este gesto fue, al mismo tiempo, el mayor paso que la causa homosexual ha dado en EE UU en toda su historia. Fueron la primera pareja en casarse después de que el Tribunal Supremo de California aprobara el matrimonio de gays y lesbianas en el Estado más poblado y rico del país.
Casi 120.000 parejas de gays y lesbianas se acogerán en tres años a la ley
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El de ayer era un triunfo personal del alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, artífice del rosario de demandas judiciales que llevaron a esta decisión del Supremo del pasado 15 de mayo. Fue este verdadero abanderado de la causa gay quien declaró a Martin y Phyllis "esposas de por vida", después de 55 años de relación.
El regidor las había escogido por ser dos iconos (o casi uno solo, dada su intensa actividad como pareja) del movimiento por los derechos de gays y lesbianas en EE UU. En 1955, cuando todavía podían ser detenidas, despedidas o enviadas a recibir electrochoques, fundaron el primer club para lesbianas de San Francisco.
Con la ceremonia, Newsom quiso dejar claro que él cree en la causa del matrimonio gay como un derecho civil básico de la ciudadanía. "El contrato del matrimonio es el más solemne de todos. Y no se debe tomar a la ligera, sino concienzuda y seriamente", les dijo a las contrayentes.
"Cuando nos conocimos, ni siquiera se nos pasaba por la cabeza la posibilidad de casarnos. Pensábamos más bien en si podíamos siquiera salir juntas", dijo Lyon, sujetando con sus manos la silla de ruedas de Martin.
Martin y Lyon ya fueron las primeras en casarse en 2004, durante lo que se ha venido a conocer como "el invierno del amor", cuando Newsom declaró legal el matrimonio homosexual en California. Unas 4.000 parejas gays lo hicieron entonces. En agosto de aquel año, el mismo tribunal que les ha permitido casarse ahora declaró nula su licencia de matrimonio. Ayer, ambas estamparon su firma en un formulario en el que las casillas "marido" y "esposa" habían sido sustituidas por dos términos más neutrales como son "Parte A" y "Parte B".
Las ceremonias comenzaron el lunes a las cinco de la tarde hora local de la costa del Pacífico (madrugada en España). Ayer, martes, fueron masivas. Miles de personas aguardaban a las puertas de juzgados y ayuntamientos para contraer matrimonio. Todas y cada una de las parejas ponían una cara y una historia particular a una lucha de cuatro años en los juzgados. Algunos contrayentes eran residentes de California. Otros llegaban de otros Estados, ya que la nueva normativa permite conceder las licencias a los no residentes, al contrario de lo que sucede con Massachusetts, el otro Estado que ha aprobado el matrimonio gay. Un estudio de la Universidad de California publicado esta semana revela que más de 50.000 parejas gays californianas se casarán en los próximos tres años, a las que se añadirán unas 68.000 de otros puntos de EE UU.
El problema al que estas parejas se enfrentan ahora es el de las elecciones de noviembre. Junto al candidato presidencial, los californianos votarán si incluyen un epígrafe en la Constitución del Estado que defina el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Ya en 2000, los residentes de este Estado votaron a favor de una propuesta similar. La decisión del Supremo la invalidó.
El congresista republicano Doug LaMalfa dijo el lunes que con esta votación intenta que "se devuelva la dignidad a los ciudadanos". "Me perturba que la voluntad de la gente se haya visto superada por cuatro miembros del Tribunal Supremo".
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