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Reportaje:Las colecciones de EL PAÍS

Todo sobre Pedro Almodóvar

Mañana, por 9,95 euros, con EL PAÍS un DVD y un libro del director

Ángel S. Harguindey

"... Rasgado de ojos, 80.000; silicona en labio, frente, pómulo, cadera y culo... el litro está a 60.000 pesetas. Echad vosotros la cuenta, porque yo ya la he perdido... ¿Tetas? Dos. Que no soy ningún monstruo; 70 cada una, pero ésas las tengo muy amortizadas... Me ha costado mucho ser auténtica. Pero no hay que ser tacaña con todo lo relacionado con nuestro aspecto. Porque una mujer es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma", explica el personaje de Agrado en un espléndido monólogo de Todo sobre mi madre, la película número 13 de su autor.

Lo extraordinario de los filmes de Almodóvar es la sorprendente distancia que hay entre la explicación oral de sus argumentos y la visión de las imágenes. Si alguien le comenta a otro que se trata de una historia de una madre con un hijo, un padre transexual, una amiga que en realidad es un amigo que hace la calle, una actriz enamorada y sojuzgada por una heroinómana, y una monja que muere de sida no sin tener antes un hijo con el transexual y que adoptará la protagonista con lo que podrá salir de la profunda depresión que le ocasionó la muerte de su hijo, probablemente el interlocutor no podrá comprender lo que oye. Si en cambio ve Todo sobre mi madre, comprenderá que es una de las mejores películas de su realizador, y que tanto el Oscar a la mejor película en habla no inglesa como el premio al mejor director del festival de Cannes están sobradamente justificados. Eso es el talento.

"Todo sobre mi madre es, en efecto, todo sobre Almodóvar. Es la película del artista nada adolescente: los personajes convertidos en personas (los que llevan la máscara) que al juntarse componen el retrato del autor y su ideología esbozada en Kika y Tacones lejanos. Si por ideología se entiende, como quiso el originador del concepto, una zoología humana. O mejor una suerte de antropología que es una teoría de la naturaleza humana. Dijo el poeta Pope que 'el estudio apropiado de la humanidad es el estudio del hombre'. Almodóvar corrige a Pope ahora al demostrar que el estudio de la humanidad empieza con la mujer: lo que Eva tiene, Adán lo quiere. En ninguna de sus películas ha centrado tanto Almodóvar su universo concéntrico en la mujer", escribió en su día Cabrera Infante, y así es.

Es el filme más autobiográfico de Almodóvar. En él se muestran sin tapujos varios de sus temas favoritos: la fascinación que le produjeron las mujeres desde su infancia; su capacidad de mentir, de ocultar o manipular la realidad ("Mi idea al principio fue hacer una película sobre la capacidad de actuar de determinadas personas que no son actores. De niño yo recuerdo haber visto esta cualidad en las mujeres de mi familia. Fingían más y mejor que los hombres. Y a base de mentiras conseguían evitar más de una tragedia", explicó Almodóvar en su día); la poderosa atracción que sintió por las interpretaciones de Gena Rowland en Opening night; Bette Davis en All about Eve (el título de Todo sobre mi madre es un homenaje a Todo sobre Eva, de Mankiewicz) y Romy Schneider en Lo importante es amar, a quienes dedica la película; la seducción que le produjeron autores como Tennesse Williams y Truman Capote; el entusiasmo por los melodramas... y, naturalmente, el enorme placer que le proporcionó trabajar con Cecilia Roth, Marisa Paredes, Candela Peña, Antonia San Juan, Rosa María Sardá o Penélope Cruz.

Marisa Paredes (de rojo) y Cecilia Roth, en una imagen de <i>Todo sobre mi madre.</i>
Marisa Paredes (de rojo) y Cecilia Roth, en una imagen de Todo sobre mi madre.
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