Abimael Guzmán, una vida atrapada por la maldad
Santiago Roncagliolo indaga en la figura del líder de Sendero Luminoso
Abimael Guzmán se convirtió para el escritor Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) en un personaje literario mucho mejor que cualquiera de los que hubiese podido imaginar para sus novelas. Comenzó a investigar sobre su vida para un reportaje periodístico para EL PAÍS y terminó escribiendo La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso (Debate), un ensayo sobre el dirigente terrorista que ordenó la muerte de 35.000 personas en Perú entre 1980 y 2000. "Te puede llegar a resultar fascinante cómo la maldad puede atrapar a un individuo como él. Te choca que un tipo sin dinero, sin armas, y sin apoyo de gobiernos internacionales pueda llegar a crear la guerrilla terrorista más letal de toda América y de toda la historia del continente americano. Es el único que ha matado más que el Estado, de modo que hasta cierto punto tiene la misma fascinación del poder y del mal que muchos personajes literarios. Creo que el libro puede ser leído incluso sin saber nada de Perú y sin que te interese nada el terrorismo. En sus páginas, el lector encontrará una historia sobre el poder y sobre el mal".
"Choca cómo pudo llegar a crear la guerrilla más letal de toda América"
"A los senderistas los liberaba de la obligación de tener voluntad propia"
Abimael Guzmán se convirtió para el escritor Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) en un personaje literario mucho mejor que cualquiera de los que hubiese podido imaginar para sus novelas. Comenzó a investigar sobre su vida para un reportaje periodístico para EL PAÍS y terminó escribiendo La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso (Debate), un ensayo sobre el dirigente terrorista que ordenó la muerte de 35.000 personas en Perú entre 1980 y 2000. "Te puede llegar a resultar fascinante cómo la maldad puede atrapar a un individuo como él. Te choca que un tipo sin dinero, sin armas, y sin apoyo de gobiernos internacionales pueda llegar a crear la guerrilla terrorista más letal de toda América y de toda la historia del continente americano. Es el único que ha matado más que el Estado, de modo que hasta cierto punto tiene la misma fascinación del poder y del mal que muchos personajes literarios. Creo que el libro puede ser leído incluso sin saber nada de Perú y sin que te interese nada el terrorismo. En sus páginas, el lector encontrará una historia sobre el poder y sobre el mal".
Habla Roncagliolo, premio Alfaguara 2006, del interés periodístico e histórico de un hombre como Guzmán que atrajo con sus palabras a miles de militantes senderistas a los que robó su capacidad de pensar y que todavía hoy se considera a sí mismo un héroe al que la historia reivindicará. "En Perú hay mucha gente que cree que no se le debe dar el tratamiento de ser humano porque es un monstruo. Si queremos evitar que vuelva a aparecer un personaje como él tenemos que saber cómo lo hizo y qué es lo que hizo. Insultarlo puede llegar a ser reconfortante, pero poco útil para evitar que sucesos como los que él protagonizó vuelvan a repetirse".
Roncagliolo, que no logró entrevistarse con el líder de Sendero Luminoso, encarcelado en el penal de máxima seguridad de la Base Naval de la Marina de Guerra de Perú del Callao, sí mantuvo centenares de encuentros con militantes de ese grupo terrorista, con los policías que investigaron sus actividades delictivas y con los carceleros que han tratado a Guzmán, condenado a cadena perpetua. "Todavía no he tirado la toalla y espero lograrlo con el tiempo".
¿Cómo fue posible que Abimael Guzmán lograse tantos seguidores? "Mi impresión es que la mayor parte de la gente quería una verdad simple: saber quiénes son los buenos y los malos. No querían una versión del mundo con matices, el marxismo les daba un sentido, formaban parte de una colectividad y los liberaba de la obligación de ser libres, de tener una voluntad propia. No tenían que elegir", asegura el escritor.
Roncagliolo sostiene, después de escribir el libro, que Guzmán no tiene vida personal más allá de su participación y su dirección de Sendero Luminoso y que fuera de la política no tiene nada que decir. "Hizo todo lo posible para que él y sus seguidores eliminasen las emociones y las preferencias personales. No debían tener voluntad más allá del partido, pero no podían dejar de enamorarse e incluso odiarse". Los amores y odios que surgían entre los senderistas hicieron que los peores golpes asestados por la policía se llevaran a cabo cuando establecían citas amorosas.
Los cerca de tres años que ha dedicado Roncagliolo a la investigación y escritura de este libro le ha llevado a analizar las similitudes de Sendero Luminoso con otras organizaciones terroristas. "Hay un componente que tiene todos los elementos subversivos y es el de poder capitalizar el descontento juvenil y la frustración. Lo que para ETA es la kale borroka para Sendero eran los jóvenes universitarios. Fueron un importante caldo de cultivo. Ahora, en un país que come tres veces al día, tiene seguridad social y puede hablar en su idioma, evidentemente, el nivel de descontento que puedes capitalizar es mucho menor que el de otro en el que existen unos niveles de pobreza importantes".
¿Hay posibilidad de reinserción para los senderistas? "Aquellos que tienen menos de 40 añosaún tienen cierta flexibilidad y algún interés por lo que ocurre fuera y cierta capacidad de reconocer los errores cometidos a lo largo de su vida. Los que tienen más de 50, no creo que estén dispuestos a arrepentirse de nada porque llevan presos o en la clandestinidad más de 10 años y eso supondría asumir que toda su vida ha sido un error. Creo que es una barrera que no están dispuestos a cruzar".
Babelia
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