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Feria de San Isidro

El brindis de Tejela no le obligó a mucho en su faena

Serafín Marín es torero fino y elegante. Hace las cosas con temple, cadencia y sentimiento. Pero, aunque él dijera que no, tuvo un toro bravo en su primero al que sólo aplicó estas cualidades por el lado derecho, absteniéndose de probar el pitón izquierdo. Y era una pena, porque el burel también valía por ahí: "Me ha faltado un poquito de toro. La falta de fuerza hacía que se quedara al tercer pase. En cualquier caso, creo que he estado por encima de él. A ver si calentamos esto en el otro".

Pero en el otro continuó la frialdad. Por parte de ninguno de los dos contendientes parecía haber gana alguna de hacer gran cosa. Tampoco es que produjera indignación su labor en el respetable. Al fin de su paso por la feria se le notaba triste, sin llevarse mucho en claro después de tres actuaciones: "El toro venía a media altura y no transmitía al público. Eso sí: obedecía bien al toque". Su balance de la feria lo obtiene en función del ganado que se ha encontrado: "Está a la vista los seis toros que me han salido. Donde no he estado bien ha sido con el acero. Tenía que haber matado a los otros cuatro como he matado hoy".

No cabrear a la gente

Aunque no lo reconozca, se le notaba a Matías Tejela que le bastaba ya con lo cosechado en San Isidro -que no es poca cosecha una puerta grande-, y no estuvo la tarde de ayer en disposición de hacer grandes esfuerzos. A pesar de ello le brindó ese primer toro, en plena jornada de reflexión, al alcalde de Alcalá de Henares, ciudad en la que vive: "Gracias por ser mi alcalde". Pero luego no pareció que el brindis le obligara a mucho. Así justificaba su poco justificable actuación, en la que optó por aliviarse: "Es lo mejor que podía hacer: no cabrear a la gente, porque el toro no valía. No me he podido dar coba porque no merecía la pena intentar nada. Se lo he dicho al alcalde, que no era un toro para brindarle, pero tenía que hacerlo". Más de lo mismo en su segundo: "El toro era un mansito. Con esto no quiero hacer entender que me quiero justificar. Tenía buen son, pero sin fuerza. No he podido hacer nada".

El sobrero de Martelilla lidiado en tercer lugar le servía a Eduardo Gallo. Comenzó a torearlo de manera prometedora haciendo recordar algo a El Juli. Por la izquierda el toro le enganchó demasiado la franela y la cosa perdió color y calor: "La faena se ha venido un poco a menos con el enganchón del pase de pecho. El toro era muy bravo pero ha venido a menos. He estado a gusto porque he visto que he podido con él". Pero no obtiene gran resultado la tierra de Salamanca con sus toreros en este San Isidro. En el último cartucho charro en la feria tampoco pasa nada de particular: "El toro era un c... Si no me hubiera enganchado habría estado mejor. Lo importante es que me he visto capaz de poderle".

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