El líder francés defiende una unión mediterránea
El presidente electo, Nicolas Sarkozy, propuso tras su victoria la articulación de una Europa meridional centrada en el Mediterráneo, que debe servir tanto para frenar los flujos migratorios a través del desarrollo de los países del Magreb como para relanzar el proceso de paz en Oriente Próximo, un conflicto en el que París ha perdido influencia.
"Quiero hacer un llamamiento a todos los pueblos del Mediterráneo para decirles que es el Mediterráneo donde todo se juega y que debemos superar todos los odios para dejar paso al gran sueño de paz y de civilización. Quiero decirles que el tiempo ha llegado para construir juntos una unión mediterránea que sirva de eslabón entre Europa y África", dijo Sarkozy el domingo.
La otra parte de esta estrategia es articular una Europa meridional que haga de contrapeso en la UE a la Mitteleuropa nacida de la ampliación al Este. Como pocos días antes lamentaba su posible ministro de Exteriores, Michel Barnier, Francia no ha cuidado a sus vecinos del sur. "Es una paradoja que Francia haya dado la espalda tanto tiempo a España e Italia, porque el diálogo franco-alemán es cada vez más necesario, pero cada vez más insuficiente", dijo.
