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Riqueza y muerte

Los tesoros de Erfurt y Colmar han llegado hasta nosotros, casi con toda seguridad, porque sus propietarios murieron en 1349. ¿Víctimas de la peste o del antisemitismo? De eso ya no sabemos nada, sólo que la familia de Colmar tenía una actividad menos cosmopolita que la de Erfurt, tal y como lo prueba el origen de las monedas guardadas.

Pero tampoco eso es totalmente seguro pues el tesoro de Colmar fue pillado en parte por quiénes lo encontraron. La ciudad, que en esos años cambió de nacionalidad, pasando de ser alemana y francesa sucesiva y alternativamente, intentó recuperar el tesoro recomprando algunos de las monedas, anillos y objetos que vendían anticuarios y mercaderes.

El caso de Erfurt es muy distinto. El hallazgo, mucho más tardío, se hizo bajo control de las autoridades, que sabían que se estaba explorando una zona con historia. Entre los objetos, varios lingotes de plata. Eso inclina a pensar que estamos ante un mercader con contactos internacionales, que utilizaba esos lingotes como moneda de cambio.

Pero ésa es, de nuevo, sólo una hipótesis. La familia de Erfurt podía tener un taller de orfebre y acuñar moneda al tiempo que creaba joyas. En Erfurt, en 1349, murieron alrededor de 1.000 personas de religión judía. Los propietarios del tesoro probablemente desarrollaban actividades que estaban prohibidas a los cristianos y musulmanes -prestar dinero, por ejemplo, o ser médicos- y esa especialidad profesional a la que les condenaban los otros, se transformó en un elemento discriminatorio e identificatorio más en contra de ellos. El propio Papado, en 1215, ya les había impuesto el que llevaran en su ropa un signo distintivo.

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