Nigeria vuelve a votar con miedo
La oposición teme un fraude masivo en los comicios para elegir al sucesor del general Obasanjo en la presidencia
Nigeria, el país más poblado de África con 135 millones de habitantes, acudió ayer a las urnas para elegir presidente y renovar el Parlamento federal en medio de denuncias de una masiva manipulación de votos. Son las terceras elecciones democráticas consecutivas desde que en 1999 cayó el último Gobierno militar. El presidente saliente, Olusegun Obasanjo, no ha podido presentarse a un tercer mandato debido a que el Legislativo le negó la modificación que buscaba de la Constitución.
"Quiero un cambio porque la gente está sufriendo. El [Partido Democrático Popular] PDP es corrupto. Si no estás cerca de ellos, no comes", afirma Halima, quien ha votado por Muhammadu Buhari, del Partido de Todos los Pueblos de Nigeria. La mujer sostiene que sólo una manipulación permitiría vencer al candidato del PDP, Umaru Musa Yar'Adua, designado por Obasanjo para sucderle.
Cuatro horas después de la hora de apertura de las urnas (10.00 locales, una más en la España peninsular), el jefe de la misión observación electoral de la UE, Max van den Berg, dijo que su valoración provisional era "claramente negativa". Dijo que el proceso resultaba "muy confuso", y se mostró "preocupado" sobre el desarrollo de la votación. Puso como ejemplo Kaduna, que a las 13.45 "no había un solo centro de voto abierto". "Los papeles no han llegado y los oficiales de la comisión electoral no estaban". Un agente electoral de la oposición, Femi Akins, presente en un colegio de Kaduna, señaló que aunque en las elecciones regionales de la semana pasada los colegios abrieron con retraso, la situación de ayer era peor. "No ha venido nadie. La semana pasada llegaron, aunque tarde, y ahora mucha gente se está yendo".
En la ciudad de Daura, al norte del país, cientos de personas desfilaron armadas de palos en protesta por estos retrasos. Tres manifestantes resultaron muertos cuando la policía disolvió la marcha.
A las urnas están citados unos 60 millones de nigerianos que deben votar en 120.000 centros distribuidos en este vasto país, con una extensión que supera el doble del territorio de España. La Comisión Nacional Electoral Independiente ha contratado a medio millón de personas para trabajar en los centros electorales. En cada uno de ellos puede votar un máximo de 750 personas. Además de los 25 candidatos presidenciales, 46 partidos políticos aspiran a entrar en el Parlamento para ocupar alguno de los 360 puestos de la cámara baja y 109 del Senado.
Además de Yar'Adua y el opositor Buhari, tiene posibilidades de ganar el ex vicepresidente de Obasanjo, Atiku Abubakari, que tras un largo pleito ha logrado participar en las elecciones, un derecho que le negó Obasanjo mediante triquiñuelas legales.
Los incidentes continuaron ayer. Un camión cisterna fue lanzado contra la sede de la Comisión Electoral, en Abuya, con la intención de causar una gran explosión, pero la tragedia se pudo evitar porque el vehículo chocó contra una farola y se quedó a 20 metros de la valla del recinto. Los desconocidos que intentaron el atentado habían colocado una piedra en el acelerador y cilindros de gas en la cabina del camión para provocar la explosión.
Un grupo de personas intentó secuestrar ayer al candidato a la vicepresidencia por el PDP, Goodluck Jonathan. Este incidente tuvo como protagonistas a un grupo de milicianos a las órdenes de Ateke Tom, según informó en declaraciones a los periodistas el inspector general de la Policía nigeriana, Sunday Ehindero.
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