El director del Louvre defiende la política comercial de la pinacoteca

La campaña contra la actual política comercial expansiva del museo del Louvre ha cobrado gran fuerza. Parece que más de 1.400 personas -conservadores de museos, historiadores del arte, críticos, etcétera- han firmado ya el manifiesto Los museos no están en venta. La lista completa debiera darse a conocer hoy. Al mismo tiempo el presidente del Louvre, Henri Loyrette, a través de una entrevista en Le Monde, ha querido salir al paso de lo que se le antojan exageraciones o errores de información.

"El Louvre no puede estar ausente de la internacionalización de los museos que afecta, de manera diferente, a instituciones como el Ermitage de San Petersburgo o el British Museum de Londres", dice Loyrette, para quien "el dinero aportado por ese tipo de operaciones es importante y no hay porque ocultarlo", aunque la necesidad de ganarlo "no es el motor de la operación". Loyrette recuerda que su museo posee "380.000 obras, de las que unas 35.000 son expuestas de manera permanente", es decir, menos de un 10%. La capacidad de atracción de un museo depende de sus colecciones pero también de las exposiciones temporales, que sólo pueden organizarse gracias a intercambios con otros museos. "El Louvre recibe un 65% de extranjeros y un 35% de franceses en sus salas permanentes pero la proporción se invierte cuando hablamos de exposiciones temporales", es decir, que si se quiere atraer al público de la región de París, no hay otra solución que proponer varias veces al año grandes exposiciones coproducidas con museos extranjeros.

Nueve exposiciones

La idea de que el Louvre pudiese "estar en venta" la han propiciado dos grandes iniciativas: la del Louvre en Atlanta (EE UU) y otra en la isla de Saadiyat (Abou Dhabi). "Presentar nueve exposiciones en tres años para explicar la historia de las colecciones del Louvre en una aglomeración de 4 millones de habitantes me parece justificado", dice Loyrette, máxime cuando "el acuerdo con Atlanta es de colaboración científica, cultural y pedagógica", en menos de un mes "ha atraído ya 120.000 visitantes" y "el mecenazgo americano nos aportará cinco millones y medio de euros para renovar las salas de artes decorativas".

Abou Dhabi despierta más reticencias, seguramente porque se habla de un contrato de 500 millones de euros. "Pero no implica sólo al Louvre sino al conjunto de los museos de Francia" que, según el ministro de Cultura, Renaud Donnedieu de Vabres, deberán aportar permanentemente un fondo de unas 300 obras a prestar entre dos meses y dos años que irán sucediéndose en un edificio de 24.000 cuadrados, imaginado por Jean Nouvel. Todas las civilizaciones estarán representadas en el Louvre de Abou Dhabi y los franceses formarán personal especializado y organizarán exposiciones temporales.