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El conflicto de Oriente Próximo

Bush reitera que no sacará las tropas del país árabe

Yolanda Monge

A pesar de la fuerte presión que sufre para cambiar de rumbo, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró ayer que no escuchará ninguna voz que le pida retirar las tropas de Irak antes de que el país esté estabilizado y la misión finalizada con éxito. "No podemos aceptar nada que no sea la victoria", añadió el presidente en la Universidad de Letonia, en Riga, donde asiste a la cumbre de la OTAN.

Con su discurso, Bush dejaba ya sentados algunos puntos para la entrevista que mantendrá hoy y mañana en Ammán con el presidente de Irak, Nuri al Maliki, y en la que hay mucho en juego.

Tanto la Casa Blanca como el Pentágono están revisando la estrategia a seguir en Irak, al igual que el Grupo de Estudios, formado por republicanos y demócratas y dirigido por el ex secretario de Estado James Baker, que debe entregar sus conclusiones en las próximas semanas.

Pero a pesar de que las recientes elecciones han dado combustible al argumento demócrata de que los soldados deben volver a casa, Bush declaró que está abierto a sugerencias y nuevas ideas para retomar el control de la situación en Irak, salvo las que impliquen una retirada antes de completar la misión.

Bush y su jefa de la diplomacia, Condoleezza Rice, intentan controlar la espiral de violencia desatada en Irak y Líbano con un acercamiento a sus amigos árabes, a pesar de las insistentes peticiones tanto desde fuera como dentro de la Administración para que también se acerquen a Siria e Irán. Cuando Bush y Rice aterricen hoy en Ammán intentarán reclutar ayuda de los líderes árabes suníes para que tomen las riendas y eviten que la insurgencia iraquí hunda más al país mesopotámico en el caos.

Ese fue parte del recado que el vicepresidente Dick Cheney llevó el sábado al rey de Arabia Saudí durante su breve visita. El mismo mensaje lo repetirá hoy Bush con el rey de Jordania; como lo hará Rice al entrevistarse con los ministros de Exteriores del Golfo en el mar Muerto el jueves y el viernes.

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Sobre el contenido de la reunión entre Bush y Maliki se sabe poco y se especula mucho. Según adelantó la Casa Blanca, será una reunión en la que discutirán "la situación sobre el terreno, los esfuerzos para transferir más responsabilidad a las fuerzas de seguridad iraquíes y la responsabilidad de otras naciones de la región de apoyar la seguridad y la estabilidad en Irak".

Ayer, Bush culpaba a Al Qaeda de poner en marcha un compló para avivar de forma cíclica la revancha sectaria y se negó a discutir sobre si el país está inmerso en una guerra civil. Y el rey de Jordania ha advertido de que el nuevo año podría comenzar con tres guerras civiles en la región: la de Irak, la de Líbano y la sufrida entre palestinos e israelíes. "El Gobierno de Maliki va a tener que lidiar con esa violencia y nosotros queremos ayudarles a hacerlo", dijo el presidente.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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