_
_
_
_
_

Sexólogos y sexología

El 67% de los españoles considera muy importante la actividad sexual; el 34% ha tenido algún problema de este tipo, pero sólo el 15% ha consultado con un profesional. Convertir la sexología en una profesión institucionalizada con titulación oficial es el primer paso para encontrar soluciones

"Yo soy sexólogo". Esta presentación provoca reacciones variopintas, que no se parecen en nada a las que se producen cuando alguien se presenta como médico, o como psicólogo, o como matemático. Actitudes de evitación, prejuicios y posturas defensivas son los síntomas claros de que estamos instalados en un silencio timorato o en una tendencia a frivolizar, ocultando tras la ironía, los chistes y el desdén nuestras verdaderas necesidades, ignorancias y miedos. Cuando, hace unos cuantos años, mi padre se percató de que yo, médico como él, había decidido estudiar, investigar, escribir y enseñar como sexólogo, me dijo: "Hijo mío, eres un extravagante". Y fue bastante benevolente para lo que luego me encontré. Pero nadie puede negar coherentemente que la sexualidad es una dimensión fundamental en la vida de las personas; entonces, ¿cómo es posible que el abordaje del hecho sexual se encuentre en una situación claramente devaluada en la escala de prioridades de nuestra sociedad? Los ciudadanos tienen derecho a sentirse seguros cuando han de buscar un profesional para abordar temas que atañen a su vida sexual y no tener que enfrentarse a una lotería sin ningún tipo de regulación oficial.

Más información
Aumentan las consultas sobre la 'píldora del día después' en el teléfono de la sexualidad del Institut de la Joventut

Consultas cualificadas. Según un estudio realizado por la FESS y Millward Brown, el 67% de los españoles y españolas considera muy o bastante importante la actividad sexual. El 34% tiene o ha tenido algún problema sexual. En cambio, sólo el 15% de ese importante 34% ha consultado con algún tipo de profesional. Así están las cosas. Las necesidades sentidas por los ciudadanos, no suficientemente expresadas, se dan de bruces con huecos inmensos que existen en la atención sexológica de nuestro país. El despiste es generalizado a la hora de buscar y encontrar profesionales suficientemente cualificados. Y existen. Existen porque desde hace años algunos centros, como el Instituto Andaluz de Sexología, el Incisex de Madrid o el Instituto Espill de Valencia y últimamente también la Universidad de Sevilla con un máster, y la de Almería con un título propio de grado superior, han formado sexólogos. El problema para las instituciones y para los ciudadanos es la dificultad para distinguirlos de los intrusos. Ahora por primera vez, una universidad, la de Almería, ha hecho una apuesta fuerte, con un título propio de posgrado, de bastante peso académico (120 créditos europeos), estructurado en un trabajo conjunto con otras cuatro universidades: Valencia, La Laguna, Jaén y Castilla-La Mancha. Es un paso importante hacia el objetivo definitivo: la titulación oficial.

Enriquecer y prevenir. Algunos dirán al leer este artículo que tiene bastante tufo de reivindicación profesional. No digo que no. Nunca he vivido ni vivo de la sexología, pero la sexología ha llenado y enriquecido parte de mi vida. Los que han profundizado en esta ciencia maravillosa pueden entenderlo. Reivindico la institucionalización de la sexología como profesión, y como ciencia, porque estoy convencido de que el tema que la ocupa, el hecho sexual, puede aportar más valores y capacidades que miserias y dificultades. Una sexualidad enriquecida, en toda su amplitud, puede ser un contrapunto, frente a tanta agresividad, tanto maltrato, tanto estrés y tantas soledades. El papel del profesional de la sexología cumple dos objetivos. El primero, desde la educación sexual y el asesoramiento sexual, facilitar a las personas el conocimiento y la reflexión sobre todo lo que les supone ser personas sexuadas, y la exploración de sus propias capacidades y posibilidades como tales. Y el segundo, desde la terapia sexual, ayudar a superar los problemas sexuales que tanto impacto tienen en nuestro entorno y que tan en silencio y con tanta soledad se suelen sufrir.

¿Como encontrar un sexólogo cualificado?

En España no hay sexólogos con título académico oficial, pero sí hay profesionales provenientes de distintas disciplinas, sobre todo de la medicina y de la psicología, que se han formado suficientemente como para ofrecer garantías de calidad a quien los necesite. Hay varias asociaciones de ámbito estatal en las que están agrupados. En ellas sólo pueden estar los que acrediten una formación suficiente:

Federación Española de Sociedades Sexológicas (FESS). Agrupa a su vez a varias asociaciones: www.fess.org.es.

Sociedad Española de Intervención en Sexología (SEIS). Tiene como objetivo fundamental la institucionalización de la sexología: www.seisex.com.

Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS). Profesionales de la sexología: www.aeps.es.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_