El 80% del alumnado gitano deja la escuela sin acabar la enseñanza obligatoria
El absentismo contribuye al fracaso, según la Fundación Secretariado Gitano
Las dificultades para culminar la educación obligatoria resultan insalvables para la mayoría de la población gitana. El 80% del alumnado de esta etnia no termina la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), según un estudio de la Fundación Secretariado Gitano, que ha analizado las respuestas de 800 escolares de 118 institutos de toda España. La falta de motivación conduce al absentismo y éste al abandono de los estudios, concluye el informe. El estudio cifra la asistencia a clase entre el alumnado gitano en 4,2 sobre 7. Entre la población no gitana es del 6,1.
Las medidas para "favorecer una mayor asistencia y motivación" entre el alumnado gitano son fundamentales, dice el informe de la Fundación Secretariado Gitano, para conseguir atajar el enorme fracaso escolar que se produce dentro de este colectivo. Alcanza el 80% en los alumnos de esta etnia, frente al 30% de media nacional, según informó la semana pasada el Ministerio de Educación. El 68,5% de los escolares gitanos asegura que no le gusta estudiar (28,5%) o que está desmotivado (40%), frente al 46,9% del alumnado payo que ofrece estas mismas respuestas sobre su interés por los estudios.
Entre chicas y chicos, la progresión escolar presenta grandes diferencias. Ellas acceden en menor medida a la ESO (de cada 100 alumnos de esta etnia en 1º, sólo 37 son chicas), pero se mantienen en el sistema educativo más tiempo (en 4º el porcentaje se invierte hasta el 63% de alumnas).
"Estamos consiguiendo que accedan a la escolarización básica, pero no que la terminen", explica el secretario general de Educación, Alejandro Tiana. El estudio señala que el 81% del alumnado gitano se siente a gusto en su instituto, porcentaje muy similar al del resto de sus compañeros: el 83,1%. Para Tiana, las dificultades del alumnado gitano están dentro de una problemática más general que afecta al sistema educativo: "La atención a la diversidad".
Las causas de la desmotivación y del absentismo tienen que ver con las peculiaridades del pueblo gitano, señala el estudio del secretariado. Por ejemplo, "la falta de referentes cercanos de estudios medios y superiores o con trabajos cualificados", dice el texto. Se refiere a la formación de la familia: el 53,3% de los padres de los estudiantes gitanos tiene estudios "muy bajos o nulos", frente a 20% de los progenitores de los alumnos payos.
"La presión de su entorno es muy grande para que dejen los estudios", asegura la directora del instituto público de secundaria Arturo Soria, de Madrid, Rosario de Paz. Para esta responsabale, cuyo centro cuenta con un porcentaje de alrededor del 10% de alumnado de etnia gitana, las dificultades de atender a este grupo no tienen que ver con los hábitos de los chicos. "En muchas de sus familias, el niño es el rey, y hace lo que quiere, algo que también ocurre entre otros alumnos, por lo que es difícil que se sometan a la disciplina del centro", dice.
Trabajo y rol femenino
Según el estudio, las causas del absentismo son "la presión social, la percepción negativa de los institutos por parte de las familias, y una determinada concepción del rol femenino". "Para muchas chicas gitanas, entrar en la etapa adulta implica una retirada de la vida pública y una preparación para el noviazgo, el matrimonio y la vida doméstica", explica el informe. En el caso de los chicos, las causas más señaladas para el absentismo son "la falta de motivación y la dedicación exclusiva a un trabajo remunerado".
El estudio concluye con una serie de recomendaciones a las administraciones educativas para intentar revertir esta "situación de desventaja". Para empezar exigen medidas preventivas en educación infantil y primaria de refuerzo de los contendidos académicos y los hábitos de estudio, además de un mayor seguimiento del absentismo y el abandono a lo largo de la vida escolar de los alumnos. Pero, sobre todo, los autores del informe piden que se apoye especialmente a los chicos y chicas gitanas que vayan avanzando curso a curso, así como acercar a sus familias el significado de la educación como motor de promoción real, tanto del "grupo como de toda la comunidad".
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