La grandeza de un premio compartido

"Ha sido todo muy emocionante. Nos hemos divertido tanto, nos hemos reído de una manera... He disfrutado de un modo casi infantil. Vernos ahí arriba, cinco actrices tan diferentes recogiendo ese premio tan importante. Me he divertido, pero en el sentido más profundo. Ninguna actriz española había conseguido nunca un premio en Cannes y de repente estábamos ahí las cinco...". Carmen Maura estaba ayer cansada pero exultante. Recién llegada a su casa de Madrid, la actriz recordaba el premio que compartió el domingo en Cannes con las otras protagonistas de la película Volver, de Pedro Almodóvar -Penélope Cruz, Blanca Portillo, Lola Dueñas, Yohana Cobo y Chus Lampreave, la única ausente-. Maura, que ha vivido y trabajado tantos años en Francia, estaba doblemente contenta porque sabe lo difícil que es el reconocimiento en el país vecino. "Hasta hace pocos años nos ignoraban por completo, y ahora mira el peldaño que hemos subido, ganando a la vez seis actrices españolas".

Lola Dueñas: "Poder compartir este regalo con tus compañeras es algo maravilloso"

Sus otras compañeras compartían la grandeza de ese regalo común. "El jurado ha demostrado una generosidad enorme con los actores. No sé si fue porque entre sus miembros había muchos intérpretes, pero el hecho de premiar a todas las actrices de la película y poder compartir así este regalo con tus compañeras es algo maravilloso. Nunca lo olvidaremos". Lola Dueñas no parecía ayer cansada a través del teléfono. Ella, junto con Blanca Portillo y Yohana Cobo, viajaba en coche camino del aeropuerto de Niza para regresar a Madrid. "No sólo han premiado a seis actrices, también a esas seis mujeres creadas por Almodóvar que han hecho algo muy hermoso", añadía Blanca Portillo.

El domingo habían vivido juntas algo muy especial: el primer premio en la historia del Festival de Cine de Cannes a un colectivo de intérpretes por su papel en la película Volver, de Pedro Almodóvar, quien también obtuvo el galardón al mejor guión.

Todo su orgullo y alegría compartidos no les hace olvidar la decepción que sintieron porque Almodóvar no consiguiera la Palma de Oro de Cannes. "Yo estaba convencida de que se la iban a dar. No tenía dudas después de los 20 minutos de calurosos aplausos con los que fue acogida la película en el festival. Reconozco que siento una cierta decepción, pero también hay que darse cuenta de que los dos premios que ha recibido la película son importantísimos", dice Portillo. Igual siente Lola Dueñas: "Pedro estaba entre los favoritos. Hay muchos que dicen en Cannes que la Palma de Oro a Ken Loach era más un premio a toda una carrera. Y, como dice Pedro, ser favorito en Cannes es una maldición. Eso no puede hacer olvidar que Volver ha tenido un éxito muy grande". "Si hasta los chóferes, los camareros, los porteros, todos nos decían que Pedro iba a ganar, pero lo que no hicimos fue entristecernos. Yo me dije 'voy a disfrutar', y lo conseguimos", recuerda Maura.

Portillo ríe sin parar. Se oyen sus risas por el teléfono -"yo me río mucho, pero desde el domingo mucho más"- mientras recuerda la odisea del regreso triunfal a Cannes. Ella, junto a Lola Dueñas y Yohana Cobo, llegaron a la entrega de los premios cuando estaba ya todo el público sentado y la ceremonia a punto de empezar. "Casi fue mejor. Así no tuvimos tiempo de ponernos nerviosas". A las seis y diez de la tarde estaban recogiendo su equipaje en el aeropuerto de Niza y a las siete daba comienzo la ceremonia. Se maquillaron en el avión y se cambiaron de traje en cinco minutos. Pero la aventura y las prisas merecieron la pena. Allí les esperaban para la gran cita Almodóvar, Penélope Cruz y Carmen Maura.

"Hasta que no estás ahí arriba, en el escenario, recogiendo un premio del festival de cine más importante del mundo, no te das cuenta de lo que estás viviendo. Es muy bonito, porque, por una parte, Cannes y los premios son algo muy grande, un gran escaparate de cara al mundo entero, pero también hay algo de íntimo, como es la recompensa a un trabajo que ha conseguido hacer sentir esas emociones de las que habla la película", añade Portillo, que dice haberse tomado todo el champán de la fiesta del festival. Luego, más en la intimidad, en el hotel, en la habitación de Carmen Maura, remataron todas ellas la jornada y siguieron la fiesta.