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Reportaje:ELECCIONES EN ALEMANIA

La ultraderecha florece en Sajonia

Uno de cada cinco votantes de la idílica población de Königstein apoyó al NPD en las elecciones municipales de junio

En los idílicos parajes de la llamada Suiza sajona, al lado de la frontera entre Alemania y la República Checa, entre bosques y montañas en la ribera del Elba, se ha creado un biotopo donde ha arraigado el Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD), ultraderechista y con elementos neonazis.

El Gobierno y el Parlamento alemán consideran al NPD anticonstitucional e intentaron prohibirlo. El Tribunal Constitucional rechazó la demanda por considerar inadmisible que la dirección del NPD estuviese infiltrada por los servicios secretos y que esos mismos agentes aportasen las pruebas para la prohibición del partido.

En la pequeña ciudad de Königstein, de 3.200 habitantes, que parece sacada de una tarjeta postal, el NPD alcanzó en las elecciones municipales del pasado junio algo más del 21% de los votos. El resultado de las municipales pasó casi inadvertido, pero cobra ahora especial significación cuando los sondeos aseguran que el NPD entrará tras las elecciones de hoy en el Parlamento de Sajonia.

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Nada en Königstein llama la atención de que allí pueda encontrarse el nido de la serpiente. En un día soleado de final de verano, el autobús turístico que sube a los visitantes a la fortaleza que domina el pueblo se mueve perezoso. El Elba discurre tranquilo y tampoco parece posible que ese río haya sido capaz hace ahora dos años de salirse de madre, llevarse todo por delante y alcanzar los niveles que se indican en el segundo piso de las casas.

La iglesia evangélica tiene sus puertas abiertas y en el libro de peticiones se pueden leer deseos normales: que la hija vuelva a casa, una mujer abandonada por el marido pide fuerzas a Dios para salir adelante con sus dos hijos y algunos ruegan para que se curen familiares enfermos de cáncer.

A la puerta de la escuela, un adolescente con la cabeza rapada podría ser un indicio de la ideología política dominante expresada en las últimas elecciones municipales: uno de cada cinco votos fueron para el NPD. También se advierte una proliferación especial de pasquines electorales del NPD, colgados en las farolas a gran altura. Parece una muestra evidente de las precauciones que toma el partido para que no se los arranquen. Los lemas son contundentes: "Fronteras cerradas a los que presionan sobre los salarios", "Factura por el Hartz IV

[los planes de reforma del mercado laboral del Gobierno federal]"; "¿Hasta las narices? El día de la votación es el día del ajuste de cuentas". A todas estas frases se añade la moraleja: "Ahora NPD. Los nacionales".

En su despacho de la alcaldía, Frieder Haase, un ingeniero de la construcción de 43 años, un independiente que hace dos años ganó las elecciones al candidato del NPD, el profesor de autoescuela de 37 años Uwe Leichsenring, asegura que los votantes del NPD no son xenófobos. Sostiene el alcalde: "Aquí hay mucha gente descontenta con la situación y con los partidos del sistema. La alternativa es votar a los radicales, de izquierda o derecha. Como aquí no se presenta el PDS [los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático], ¿qué posibilidades tiene el elector de expresar su protesta?".

Otra explicación del auge del NPD en la Suiza sajona es haber conseguido candidatos implantados en sus pueblos: un profesor de autoescuela, un fontanero y hasta un médico de 35 años, Johannes Müller, tercero de la lista del NPD en Sajonia, que tiene aire de buen chico y de no matar ni una mosca. Dice Müller que el Tercer Reich fue un momento más de la historia alemana, se muestra partidario de la pena de muerte para los crímenes aberrantes y, "en eso sí estoy de acuerdo con

[el canciller Gerhard] Schröder", no quiere a las tropas alemanas en ninguna misión en el extranjero. Las fronteras, añade, hay que cerrarlas para los extranjeros que vienen a trabajar y hundir los salarios alemanes: "No vamos a vivir aquí con salarios como en África".

La prensa escribe que, ante las elecciones, el NPD come tiza como el lobo que intentaba disimular su voz para engañar a los corderos. Ante la prensa sólo comparecen los candidatos más presentables, mientras los cabezas rapadas parecen haber desaparecido. En la búsqueda de indicios sobre la presencia de una ideología ultraderechista en Königstein apenas se puede señalar un tablón de anuncios en la escuela de secundaria donde el rector advierte la vigencia de un reglamento modificado el 9 de abril de 2002 que prohíbe "la posesión, difusión o venta de símbolos derechistas o izquierdistas". "Como tales se consideran los vestidos, pegatinas, emblemas, o insignias. La posesión, difusión o venta de periódicos que contengan ideología extremista está también prohibida y en su caso se perseguirá penalmente".

Carteles electorales en la localidad sajona de Königstein, junto a la frontera entre Alemania y la República Checa.
Carteles electorales en la localidad sajona de Königstein, junto a la frontera entre Alemania y la República Checa.J. C.

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