El pederasta belga Marc Dutroux, culpable de secuestro y asesinato

El veredicto dictado ayer en el caso del pederasta belga Marc Dutroux promete mantener viva la polémica en torno al asunto que conmocionó a este país. Un jurado popular condenó ayer a Dutroux por los terribles crímenes cometidos en 1995 y 1996 (secuestro y violación de seis niñas, asesinato de dos de ellas y responsabilidad en la muerte de otras dos), pero fue incapaz de decidir sobre la culpabilidad del jefe de la banda mafiosa que, según Dutroux, le encargaba los secuestros, lo que movió al tribunal a absolverle.

El veredicto de ayer supone aceptar la tesis de Dutroux como un "depredador aislado", un "psicópata de libro" como se le ha descrito durante el largo juicio de tres meses y medio, que actuaba siguiendo el dictado de sus crueles instintos. Un hombre manipulador, egocéntrico, histriónico y con afán de notoriedad que secuestraba y torturaba sin piedad a sus víctimas y que actuó con la colaboración necesaria de un toxicómano (Michel Leliévre) y su ex mujer (Michelle Martin), ambos también condenados ayer por el jurado popular formado por ocho mujeres y cuatro hombres.

Muy diferente fue la suerte de Jean-Michel Nihoul, el cuarto acusado, la pieza clave que, según Dutroux, el fiscal y algunos de los abogados de las víctimas, demostraba que en este caso había una red mafiosa tras la cual se creyó ver en el pasado a destacados miembros de la clase política, empresarial y judicial de Bélgica.

La votación del jurado -siete a favor de su culpabilidad, cinco en contra- demuestra hasta qué punto seguirá dividida la opinión pública sobre esta cuestión después de una instrucción que ha durado ocho años y que apenas ha aportado pruebas adicionales que iluminaran al jurado.

El empresario Nihoul, el único que comparecía libre, irá a la cárcel, pero por otras cuestiones. El jurado le ha considerado culpable de tráfico de drogas y de dirigir una banda mafiosa. Las dos principales pruebas que había contra él en relación con los secuestros y que se conocen desde el principio era la entrega a Leliévre de 1.000 píldoras de éxtasis justamente el día antes del secuestro de Laetitia Delhez, una de las niñas supervivientes, y el testimonio de ésta, que oyó a Dutroux hablar por teléfono con un tal Michel o Jean-Michel pocas horas después del secuestro informándole de que todo había ido bien.

Tras varias deliberaciones conjuntas entre el jurado y los tres miembros del tribunal, este último decidió a última hora de la tarde de ayer acogerse a los cinco votos minoritarios en las cuestiones principales del caso y por tanto considerar como "no culpable" a Nihoul. Hasta la próxima semana no se fijarán las penas de los cuatro acusados.

Alivio de las víctimas

Las dos víctimas vivas de Dutroux, Laetitia Delhez y Sabine Dardenne -que sufrió 80 días de secuestro y torturas a la edad de 12 años-, acogieron el veredicto, sin embargo, con un gran sentimiento de alivio. Ésta es la misma sensación que dijeron tener los familiares de las otras niñas muertas (An Marchal, Eefje Lambrecks y Julie Lejeune). Los padres de la cuarta niña desaparecida, Mélissa Russo, los más activos en la denuncia de los errores y supuestas mentiras de los investigadores e instructores del caso, nunca han asistido a un juicio que han considerado una mascarada y tampoco lo hicieron ayer.

"Lo más importante es que este tipo de gente no ande libre por la calle", dijo sin embargo el padre de Julie, muerta junto a Mélissa tras un largo cautiverio con sólo ocho años.