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Sharon planea duplicar el número de colonos en los Altos del Golán

EE UU rechaza el plan, que dificulta un acuerdo de paz con Siria

Ariel Sharon salió ayer al paso de las numerosas críticas internacionales vertidas contra su supuesto plan para colonizar los Altos del Golán, destapado el día anterior por el diario de mayor difusión del país, el Yediot Ajaronot. Según este periódico, el Gobierno israelí pretendería duplicar el número de colonos que residen en los asentamientos agrícolas de la zona, algo que fue desmentido por la oficina del primer ministro.

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Aunque la idea cuenta con el apoyo de los ministros del Likud y de los partidos de la extrema derecha, no ocurre lo mismo con los del liberal Shinui, dado que su aplicación podría impedir un acuerdo futuro con Siria, según el marco diseñado en la conferencia de paz de Madrid de 1991.

Un portavoz de la oficina de Sharon señaló que "el primer ministro lamenta que el plan de desarrollo rural esté siendo explotado y tergiversado de forma innecesaria, por razones de conveniencia política". De acuerdo a la versión gubernamental, se trataría de un concepto ya aplicado en las comunidades de la Galilea y del desierto del Neguév, que pasaría por potenciar las inversiones en infraestructuras y equipamientos turísticos, con el objetivo de incrementar la contribución de las del Golán a la economía nacional. Según el portavoz del ministro de Turismo, Benny Elon, no se crearían nueve asentamientos nuevos -tal como salió publicado en el Yediot-, sino que se reforzarían los ya existentes.

El principal responsable de esta iniciativa es el ministro de Agricultura, Israel Katz, que, junto a Elon, lidera la comisión interministerial para el desarrollo rural. A ésta pertenecen también el de Vivienda, Effi Eitam; el de Asuntos Sociales, Zebulón Orlev, y el ministro sin cartera que supervisa los servicios de seguridad, Gideón Ezra, quienes se reunieron el pasado martes y decidieron invertir un montante de 269 millones de shequels (unos cincuenta millones de euros) en los Altos del Golán durante los próximos tres años. A esta comisión -formada esencialmente por dirigentes de la derecha y la extrema derecha- pertenecen también otros ministros más moderados, como el de Comercio e Industria, Ehud Olmert, y el del Interior, Abraham Poraz, que, sin embargo, no participaron en la reunión del martes.

El titular de Justicia y líder del partido liberal Shinui, Tommy Lapid, restó importancia a las filtraciones relativas a lo que denominó "un globo sonda que ya estuvo antes ahí, pero que se cayó hace años". Pues la colonización de los Altos del Golán -meseta fronteriza entre Siria e Israel ocupada militarmente por este último en la guerra de los Seis Días en 1967- fue una opción contemplada por Gobiernos anteriores, pero que luego no se plasmó en la realidad de forma masiva, sino controlada. En la actualidad viven unos 17.000 israelíes de un total de 6 millones, que se dedican en su mayoría a la agricultura. Según Lapid, "no hay intención ni ha habido una decisión formal" para implementar dicho plan.

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Su compañero de filas y ministro de Infraestructuras, Yosef Paritzky, fue más allá y dijo que el momento elegido para airear este supuesto plan ha sido "terrible". En su opinión, vendría a echar un jarro de agua fría sobre las recientes declaraciones del presidente sirio, Bachar el Asad, en las que se mostró dispuesto a retomar los contactos con Israel allí donde los dejó su difunto padre, Hafez el Asad, en la primavera de 2000, tras la entrevista que mantuvo con el entonces primer ministro israelí, Ehud Barak.

La iniciativa fue igualmente criticada por el Departamento de Estado norteamericano, dadas las importantes consecuencias que podría tener la colonización del Golán sobre cualquier negociación futura entre Siria e Israel. Pero, según los resultados de una encuesta realizada por la empresa Panorama para la radio pública israelí, un 65% de los israelíes piensa que las negociaciones de paz con Siria son inviables a corto plazo, lo que indirectamente les lleva a estar a favor de mantener el Golán por razones estratégicas y económicas.

Por otro lado, el asesor de seguridad nacional de Egipto, Osama el Baz, se entrevistó ayer en Ramala con el presidente palestino, Yasir Arafat. Concluida la entrevista, El Baz se mostró optimista sobre la posibilidad de que las organizaciones radicales palestinas declaren en breve una nueva tregua, una vez que la anterior fracasara en agosto de 2003. Su visita se verá seguida por la del director de los servicios de inteligencia egipcios, Omar Suleiman, quien intenta mediar para que el Gobierno israelí se sume en esta ocasión al alto el fuego que persigue desde hace meses la Autoridad Nacional Palestina.

Un joven palestino se prepara para lanzar piedras contra las tropas israelíes, ayer en Cisjordania.
Un joven palestino se prepara para lanzar piedras contra las tropas israelíes, ayer en Cisjordania.ASSOCIATED PRESS

Sin cerco sobre Yenín

El Ejército israelí levantó ayer el cerco que mantenía sobre el área autónoma de Yenín desde hace más de dos meses, cuando una terrorista palestina procedente de la misma perpetró un atentado suicida en un restaurante de Haifa. Según la oficina del portavoz militar, los soldados desmantelaron varios de los numerosos controles que mantenían en esta ciudad del norte de Cisjordania.

En cambio, el Tsahal dio una nueva vuelta de tuerca a la ciudad de Nablús, que se encuentra bajo un casi permanente toque de queda desde el último atentado de Tel Aviv, perpetrado por un joven del campo de refugiados de Balata. La presencia de los militares en las calles desencadenó ayer nuevos enfrentamientos, en los que falleció un adolescente al ser alcanzado mientras lanzaba piedras. Además, dos soldados resultaron heridos por un artefacto.

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