Un humilde ingeniero
Ciertamente, el señor Vargas Llosa escribe bien, pero es imposible que se crea lo que tan bien escribe. Unir el concepto de familia humilde a los Añaños, que hipotecaron su casa, lo que presupone que la tenían, y que tuvieron cinco hijos, uno de los cuales es ingeniero agrónomo, es hacer trampa de la realidad indígena. Y pensaría que tiene razón en censurar a los "Evo Morales" si no fuese porque este verano me he dado una vuelta por Bolivia y he tenido la misma sensación que en Suráfrica, sólo que sustituyendo a los negros por indios. A los blancos me los encuentro en aeropuertos, hoteles y restaurantes frecuentados por turistas como yo, y a los indios en ferias, mercados o en los mismos aeropuertos, hoteles y restaurantes, pero siempre al otro lado del mostrador.