El Constitucional alemán permite a una maestra dar clase tocada con el pañuelo islámico

El Tribunal Federal Constitucional de Alemania falló ayer que las maestras musulmanas podrán durante la clase llevar puesto el hijab, el pañuelo islámico que cubre la cabeza, en tanto que los Estados federados no lo prohíban por ley. La decisión del máximo tribunal de Karlsruhe no pone fin al conflicto, que dura ya cinco años a través de todas las instancias judiciales alemanas. Se enfrentan ante los jueces la maestra de origen afgano nacionalizada alemana Fereshta Ludin y el Estado federado de Baden-Wurtemberg, que se negó a emplearla como funcionaria por su negativa a quitarse el pañuelo para dar clase.

En una sentencia de corte salomónico, el Tribunal Constitucional, con sede en Karlsruhe, revocó ayer las decisiones de tribunales administrativos de rango inferior que habían dado la razón a Baden-Wurtemberg en su negativa a dar empleo a Ludin. Por cinco votos contra tres, el Constitucional falló que, según la legislación vigente, no se puede prohibir el pañuelo islámico en las escuelas. Al tiempo, dejó abierta la puerta e instó a que los Estados Federados legislen de forma diferente sobre el tema -muy controvertido en Alemania- y puedan acordar la prohibición a las profesoras de usar el pañuelo. En Alemania, donde viven 3,2 millones de musulmanes, la educación es competencia reservada a los Estados federados.

El voto minoritario de los tres jueces opuestos al fallo se basa en que consideran que el Constitucional debería haberse pronunciado y que, al remitir el caso a los legisladores de los Estados federados, se altera el principio de la división de poderes que consagra la Constitución. A primera vista todo parece indicar que el Constitucional se agarra a la legislación positiva, o mejor a su ausencia, para no tomar una decisión entre los principios constitucionales de respetar el ejercicio de la libertad religiosa y la obligada neutralidad de un funcionario público y la prohibición de un posible proselitismo con símbolos religiosos entre los alumnos.

La maestra rechazada en Baden-Wurtemberg está casada con un alemán y ahora ejerce en una escuela berlinesa sobre la que pesa la sospecha de estar financiada por una organización islámica radical, informa Efe.