La Feria del Libro de Bogotá cierra con un auge de ventas y Cuba como telón de fondo

La Feria Internacional del Libro de Bogotá termina hoy su 16ª edición con un importante auge de ventas y público y Cuba como telón de fondo. Más de 350.000 personas -50.000 más que el año pasado- visitaron la feria, y los autores invitados, como Susan Sontag, Mario Vargas Llosa, Gordon Thomas, Gilles Lipovetsky o la ex ministra española de Cultura, Carmen Alborch, convocaron tanto público que muchos no pudieron escucharlos. Los responsables de la feria se mostraron ayer eufóricos, teniendo en cuenta que todo esto sucede en un país golpeado por la violencia y la crisis económica y con unos índices de lectura bajísimos: no llega a un libro, al año, por habitante.

"Nadie esperaba esta receptividad", comentó a este periódico el escritor Rafael H. Moreno Durán, para quien el éxito de la feria viene a demostrar que "la cultura es un bálsamo contra la situación violenta". Moreno Durán no dudó en asegurar que la autora norteamericana Susan Sontag, que presentó su libro En América y habló del papel de los intelectuales en tiempos de crisis, se convirtió en un "gancho" que atrajo más audiencia. La escritora, con su tirón de orejas a Gabriel García Márquez por su silencio frente a los arrestos y ejecuciones ordenados recientemente en Cuba por Fidel Castro, prendió una polémica que se mantuvo como telón de fondo durante los 10 días que ha durado la feria.

En su respuesta, el Nobel colombiano recordó que en silencio, durante más de 20 años, ha ayudado a presos, disidentes y conspiradores a salir de la cárcel, o a emigrar de Cuba.

Para Mario Vargas Llosa esta respuesta resultó "cínica", y a través de la emisora W FM, de Caracol, y en vísperas de su viaje a Bogotá, lanzó duras críticas contra su colega. "Para nadie es un secreto que Fidel Castro les regala a sus cortesanos y amigos algunos presos políticos de vez en cuando", dijo, entre otras cosas, el escritor peruano reviviendo la enemistad entre los dos escritores, que empezó en los años setenta en un altercado personal y fue creciendo a medida que se distanciaron ideológicamente.

Muchos esperaban entonces que pasara algo durante la presentación del libro del autor peruano El paraíso en la otra esquina, el sábado por la tarde en la Feria del Libro de Bogotá. Al terminar su charla de más de hora y media, en la que Vargas Llosa aseguró que "hay que procurar desarraigar la utopía en el campo político porque allí resulta perjudicial" y luego del aplauso cerrado del auditorio, se escucharon rechiflas y gritos de un grupo de admiradores de Cuba: "Vargas Llosa, rechazamos su palabra ponzoñosa contra Gabo y contra Cuba", corearon hasta que fueron evacuados por la policía.

¿A qué se debe el éxito de esta Feria? Pilar Reyes, editora de Alfaguara, cree que se debe a la presencia de grandes figuras, "porque es un elemento simbólico muy importante". Enrique González Villa, director de la Cámara Colombiana del Libro, una de las entidades organizadoras de la Feria, también añade otras razones, como el impulso de la nueva generación de escritores nacionales, una muy buena oferta editorial por parte de las universidades y su interés por el mundo infantil. "En ese sentido, es la mejor del mundo", dice González.

"Recuperación económica

El aumento en las ventas ha sorprendido incluso a los editores. Grandes y pequeños mejoraron sus resultados. "Nos estamos preguntado a qué se debe; indudablemente, debe haber algún tipo de recuperación económica", explica Gabriel Iriarte, de Planeta. Esta editorial ha apostado fuerte por los escritores colombianos, un grupo homogéneo de una misma generación, interesado en la temática urbana y con gran influencia del mundo de las imágenes. La crítica literaria Luz Mary Giraldo cree que existe cierto peligro en el ascenso veloz de estos nuevos autores. "Es una literatura en proceso, una obra en marcha. Muchos de estos escritores corren el riesgo de no perfeccionarse", asegura Giralda.

Para el director de la Cámara del Libro, esta feria ha demostrado el comienzo de la recuperación de un mercado perdido, después de la dura crisis de finales de la década de los noventa. Los colombianos Germán Castro Caycedo, Enrique Serrano, Mario Mendoza, Alonso Sánchez e Iván Hernandez, seguidos de Susan Sontag, Mario Vargas Llosa y Thomas Gordon, encabezan la lista de los más vendidos en esta encuentro, que, para el escritor Moreno Durán, se ha convertido en un "balón de oxígeno" para un país azotado por la violencia.