David Lodge enfrenta las letras y las ciencias en 'Pensamientos secretos'
¿Es la descripción de la conciencia patrimonio de la literatura o de la ciencia? La pregunta, que se las trae, centra la última novela del escritor británico David Lodge (Londres, 1935). En Pensamientos secretos (Anagrama), Lodge regresa al territorio que conoce mejor, los campus universitarios. En esta ocasión, enfrenta a un hombre de ciencias con una mujer de letras con visiones radicalmente distintas de la naturaleza humana, las percepciones y el alma.
En Pensamientos secretos, Lodge, considerado uno de los maestros del humor inglés en literatura, ha aparcado un poco el sarcasmo. No ha dejado de introducir, sin embargo, algunas pullas, sobre todo cuando imita el estilo de algunos escritores -Martin Amis, Irvine Welsh, Salman Rushdie, Samuel Beckett- en supuestos ejercicios de los alumnos del taller literario que dirige su protagonista femenina, una novelista de éxito.
El título en inglés es Thinks..., expresión que se utiliza en las tiras cómicas para indicar aquellos pensamientos que no se verbalizan. "El libro empezó de una manera inesperada", explicó Lodge en Barcelona. "Normalmente desarrollo mis ideas a partir de una experiencia personal, pero en este caso empecé a interesarme después de saber del interés de la ciencia sobre la conciencia. Me chocó mucho el contraste entre la aproximación científica y la humanística", explicó.
El protagonista masculino, especialista en inteligencia artificial, es un hombre materialista, eminentemente cerebral y hedonista. Ella se basa más en intuiciones y guarda todavía algunos prejuicios de su educación católica. Lodge ha optado por poner a prueba sus convicciones poniendo a sus protagonistas a prueba. A ella, ante la tentación de sucumbir a los encantos del profesor, casado con una acaudalada norteamericana. A él, ante la posibilidad de estar enfermo de cáncer y, por tanto, ante la idea de una muerte inminente. El romance entre los dos es la "excusa" de Lodge para hablar de "emociones como el amor, el deseo y los celos, temas que la novela ha explorado mucho más que cualquier otra aproximación".
