Enamorado del mar
Nacido en 1857, Józef Teodor Konrad Korzeniouski, conocido hoy como Joseph Conrad, era el único hijo de un poeta polaco deportado al norte de Rusia por conspirar contra el zar. En el destierro, después de que su madre muriera de tuberculosis, Józef comenzó a leer los libros de Shakespeare y Victor Hugo que su padre traducía para ganar un sustento. Cuando en 1869 su padre falleció, también de tuberculosis, quedó a cargo de su tío durante cinco años, hasta que decidió ser marinero. Los barcos, y las innumerables aventuras que vivió a bordo de ellos, proporcionaron a Joseph Conrad un valioso material literario.
En 1876, con 19 años, viaja por la costa meridional del Caribe en un barco probablemente dedicado al contrabando de armas. Los recuerdos de esta travesía tomarían forma, casi tres décadas más tarde, en Nostromo. Dos años después de este viaje deja de navegar bajo bandera francesa para ingresar en la marina mercante británica, donde servirá, con algunas interrupciones, durante 16 años.
En 1887, siendo ya súbdito británico, Conrad se embarca durante casi cinco meses en un vapor que circula por Indonesia. Los argumentos de Lord Jim y Un vagabundo en las islas comenzaron a germinar en estas aguas. Dos años después obtiene un destino a bordo de un vapor en el río Congo. Conrad ve colmado así un sueño de su infancia, pero sólo aguanta en este puesto cuatro meses de los tres años previstos. La experiencia es traumática y su salud queda resentida para siempre. 'Antes del Congo yo era un simple animal', dirá tiempo después. En 1894 Conrad renuncia al mar y comienza a publicar sus relatos y novelas. Aunque obtiene cierto éxito, rápidamente se le etiqueta como 'escritor de lo exótico'. Al año siguiente, en 1895, Conrad se casa con Jessie George, una joven de 22 años con la que tendría dos hijos.
El escritor vivirá en el sureste de Inglaterra hasta su muerte en 1924, casi siempre aquejado por problemas económicos y por su mala salud. Sólo con la publicación sucesiva de El corazón de las tinieblas (1902), Nostromo (1904) y El agente secreto (1907), el matrimonio consigue una posición de relativo desahogo.
