José Ramón Sánchez navega con Ahab para ilustrar 'Moby Dick'
El dibujante publica el libro de Melville en formato cinemascope
El dibujante cántabro José Ramón Sánchez, de 65 años, va a poder cerrar el gran cuadrado de la ilustración con las imágenes de los textos de El Quijote, la Biblia, Moby Dick y La Divina Comedia. Ha dedicado tres años para realizar la travesía del Pequod junto al capitán Ahab y sus tripulantes en busca de la ballena blanca y ahora aparece en un libro singular con formato cinemascope 'en una persecución del ideal, de lo imposible'. El texto de Moby Dick reproduce 72 óleos en color y 215 ilustraciones en negro, a partir de 117 escenas planteadas como un story board cinematográfico.
José Ramón Sánchez, un clásico de la ilustración, con un centenar de libros de la editorial Santillana en los años setenta y ochenta, carteles de propaganda política y autor de ediciones de El Quijote, la Biblia y la Historia del cine, se ha vuelto un heterodoxo con la 'locura editorial' de Moby Dick, de Herman Melville (Ediciones Valnera). Con Paloma Crespo y Ángeles de la Gala, ha creado esta editorial en Castro Urdiales (Cantabria) para realizar ediciones ilustradas de la gran literatura de asunto marino y de temas regionales, como la obra del etnógrafo Gustavo Cotera.
'Es un proyecto loco que no se atreven a realizar las grandes editoriales porque no es rentable', declara José Ramón Sánchez. Valnera ha editado 800 ejemplares para el Ayuntamiento de Castro Urdiales, que los utiliza como regalo institucional, al coincidir la tradición ballenera desde la época medieval -una ballena y la mar figuran en el escudo de la ciudad- y otros 250 ejemplares numerados de venta al público (210 euros cada ejemplar). El texto de Herman Melville está traducido por Juan Gómez Casas y la edición incluye un estudio de Jesús Vega sobre la caza de la ballena en el Cantábrico.
'Es un libro que me ha dado muchos revolcones y es muy fuerte de ilustrar', declara José Ramón Sánchez. 'He leído documentos sobre la tradición ballenera y las escasas ediciones existentes, pero en estos años no he dejado de vivir para Moby Dick. Me he metido a fondo. Son libros de los que no sales impunemente, que te cambian, como me ocurrió con Don Quijote y la Biblia, y ahora temo el descenso a los infiernos de La Divina Comedia'.
Visualización total
Tras una lectura en profundidad, el dibujante realizó una visualización total con un story board, las viñetas de todo el libro con 117 escenas, para realizar después 72 óleos en color y 215 ilustraciones en negro para todos los capítulos. Una selección de estos originales se expondrá a partir del 8 de agosto en el Centro Cultural La Residencia, de Castro Urdiales.
'La planificación responde al lenguaje cinematográfico y todo el libro debe mucho al cine, ya que el cine es un apoyo, una disciplina, un medio expresivo. Al dibujar todas las escenas, el libro se convertía en una película, en un itinerario, para tener una idea clara de la totalidad. De esta forma, es como si tuviera las cartas marinas, desde el puerto a la tragedia final', declara el dibujante.
'Las imágenes en color son una versión libre, fantástica, del libro. El ilustrador se suele ceñir al texto, pero cuando nos vamos de él nos convertimos en poetas. Con Moby Dick quería trascender el texto y crear un mundo paralelo', añade. Para romper los límites del ilustrador, Sánchez experimenta con el ordenador para los fondos de color, el cinemascope de un cinéfilo, con Ahab 'más fiero' pero con los gestos y la figura del actor Gregory Peck. 'Hay un paralelismo con la Biblia, y es que es un libro profundamente religioso, un estudio del ser humano, la persecución de lo imposible. Al identificarse con los personajes, se profundiza en el alma humana'.
Esta temporada, la editorial Debate ha sacado un Moby Dick ilustrado por Rockwell Kent (1882-1971).
Babelia
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