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Dos colonos israelíes mueren tiroteados por un 'comando' suicida palestino en Gaza

El Ejército israelí logra desactivar un coche bomba cargado con 150 kilos de explosivos

Dos colonos israelíes murieron ayer y otros dos resultaron heridos como consecuencia de los disparos efectuados por un comando suicida palestino, que logró infiltrarse en el interior del asentamiento de Dugit, al norte de la Franja de Gaza. El atacante fue abatido por las fuerzas del Ejército, que se encontraban en situación de máxima alerta en la zona tras haber desactivado horas antes un coche bomba cargado con más de 150 kilos de explosivos.

El activista, empuñando un fusil de asalto y llevando varias granadas en el cinto, había logrado infiltrarse en el interior del asentamiento a través de un agujero que había abierto previamente en la valla electrónica, para a continuación disparar contra un grupo de colonos que se encontraban desprevenidos en una de las calles del recinto.

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El ataque contra el asentamiento de Dugit, uno de los más vulnerables de Gaza y escenario de continuos incidentes, se produjo a primera hora de la noche, pocos minutos después de que finalizara la fiesta religiosa del Shabat, mientras la mayoría de los habitantes del enclave se encontraban cenando en sus casas y los soldados habían bajado la guardia. El Ejército israelí reaccionó con violencia lanzando desde sus tanques obuses y ráfagas de ametralladora sobre las poblaciones palestinas cercanas de Beit Lahia y Sudaniya, según aseguraron ayer fuentes de la Autoridad Nacional Palestina. La zona fue tomada a continuación por las tropas, que impusieron sobre todos los habitantes un toque de queda, al tiempo que se iniciaba una operación de búsqueda, casa por casa, tratando de localizar a otros implicados en la operación.

Con este incidente en el asentamiento de Gaza culmina una ofensiva que los movimientos radicales palestinos han lanzado en las últimas semanas contra las colonias, especialmente en Cisjordania, donde han muerto más de una decena de civiles. Estos ataques han colocado en pie de guerra al movimiento radical colono, que ha reclamado medidas extraordinarias de protección.

Horas antes de que se produjera este ataque, las tropas israelíes habían efectuado una incursión relámpago sobre la ciudad y el campo de refugiados de Yenín, en búsqueda de supuestos activistas, dispuestos a realizar un ataque suicida en el interior de Israel. Una treintena de palestinos fueron detenidos y trasladados al interior de Israel.

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