El Vaticano dice que la violencia 'llega a niveles intolerables'
El Vaticano reaccionó ayer con enorme preocupación a las primeras noticias de un ataque a la basílica de la Natividad de Belén, asediada desde hace días por las tropas israelíes que pretenden arrestar a unos 200 palestinos armados refugiados en su interior.
El portavoz Joaquín Navarro Valls difundió un comunicado cauteloso que dejaba transparentar, sin embargo, la irritación de la jerarquía católica y la inquietud del Papa. Juan Pablo II se refirió de nuevo a la situación en Tierra Santa -'la tierra del nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús'-, declarando que la violencia 'ha llegado a niveles intolerables e inimaginables', en una audicencia privada a los miembros de la Papal Foundation, institución estadounidense que recoge fondos destinados al Pontífice.
Navarro advirtió de que la Santa Sede 'está intentando verificar la veracidad de los hechos', precisando que el ministro de Exteriores vaticano, Jean-Louis Tauran, y el nuncio en Israel, Pietro Sambi, 'han mantenido contactos con las autoridades de Israel, para reiterar que la Santa Sede considera una prioridad absoluta el respeto al status quo de los Santos Lugares cristianos'. 'Hay que recordar además', subrayó el portavoz vaticano, 'que tanto el Acuerdo de 1993 entre la Santa Sede y el Estado de Israel, como el acuerdo-base firmado en 2000 con la Autoridad Palestina, incluyen artículos que sancionan el respeto a los Lugares Santos. Si las informaciones que nos llegan de Belén en estos momentos se confirmaran, se trataría de una espiral que vendría a agravar una situación ya de por sí dramática'.
La basílica de la Natividad, donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús, está custodiada por representantes de cuatro fes cristianas (ortodoxos, armenios, luteranos y católicos). Los llamados Santos Lugares disfrutan desde 1767, cuando se encontraban bajo dominación turca, de un estatuto especial que regula no sólo los derechos y las propiedades de las 22 confesiones cristianas presentes en la región, sino las relaciones entre ellas y con los Gobiernos locales.
