Una exposición refleja la sencillez del precursor del 'minimal' Tony Smith

De formación arquitectónica, Tony Smith fue un elemento aglutinador del grupo de artistas de Nueva York integrado por Pollock, Newman o Rohtko, que revolucionó el mundo del arte con su expresionismo abstracto. Pero Smith siempre fue por su camino. Labró una obra escultórica de aparente sencillez, austera y depurada, que le convirtió en precursor del arte minimalista. El IVAM recorre su trayectoria con una gran exposición.

La carga vital de las esculturas de Smith (South Orange, Nueva Jersey, 1912-Nueva York, 1980), sin embargo, lo alejaban de los esquemas reduccionistas del grupo de escultores minimalistas, señaló Josep Salvador, comisario de la exposición que se inauguró ayer y que se podrá ver en el Institut Valencià d'Art Modern hasta el 19 de mayo. Es la primera muestra que le dedica un museo en España, añadió el comisario. Las obras proceden del legado Tony Smith y de la colección de su viuda, Jane Smith.

Para la exhibición del centenar de piezas que conforman la muestra, entre esculturas de acero, bronces, gouaches, dibujos, pinturas y maquetas, se ha abierto la sala del IVAM que da a la calle. De modo que los perfiles de las esculturas monumentales como The wall quedan recortados por la luz natural e invitan al transeúnte a contemplar la 'dialéctica entre la unidad y la diferencia' y la 'combinación única' entre la 'escala y el tamaño' de la obra del artista, según explicó el director del IVAM, Kosme de Barañano. El museo expone la última copia autorizada por el autor de las tres que hizo de Marriage (Boda).

Su concepción artística es deudora de su formación arquitectónica. Fue ayudante de Frank Lloyd Wright y llegó a abrir un estudio de arquitectura que le llevó a encargarse del diseño de la galería de Betty Parsons, que reunió a los representantes más importantes del expresionismo abstracto. Pero, a diferencia del llamado action painting, con su arte 'salido del corazón para plasmarse con energía directa sobre el lienzo', Smith construyó una 'obra donde la precisión, el trabajo y la delicadeza son fundamentales', añadió Barañano.

Sus estilos divergentes no constituyeron un obstáculo para mantener una larga amistad. 'Fue un grupo muy creativo; siempre estaban discutiendo de arte y de otras muchas cosas, pero se respetaban mucho', recordó ayer la viuda del artista, Jane Smith, actriz, cantante de ópera, soporte de Truman Capote y amiga íntima de Tenneessee Williams. 'Siempre decía que yo era su prima', evocó la actriz a propósito del dramaturgo y del largo viaje que compartieron a la muerte del escultor.

El grupo pasó por 'momentos muy difíciles', porque sus trabajos 'no eran aceptados por el público', apuntó Jane Smith. 'Tenían personalidades diferentes: Pollock era más vulnerable; Newman, más tranquilo. Pero eran grandes amigos', añadió la actriz, que aún ofrece lecturas públicas e incluso canta a pesar de su avanzada edad. Las dos hijas del matrimonio son artistas. Smith recorrió desesperadamente 200 millas para intentar evitar el suicidio que le había anunciado su amigo Pollock, apostilló Barañano.

Formas tetraédricas

Smith había empezado entonces a desengañarse de la arquitectura por los cambios que se efectuaban en algunos de sus edificios y decidió dedicarse a la docencia -el catálogo de la exposición recoge algunas de sus lecciones-. Impartió clases en prestigiosas instituciones. Fue en 1961, durante una convalecencia tras sufrir un accidente automovilístico, cuando empezó a 'trabajar formas escultóricas desarrolladas a partir de módulos tetraédricos', se indica en el catálogo. Pero el interés por el orden, la estructura y la geometría ya era patente en sus pinturas de los años treinta.

A partir de esas formas tetraédricas, Smith diversifica las líneas y planos e introduce una mayor complejidad rítmica. Solía pintar sus obras de negro mate o dejaba el color del óxido. También hacía gala de ironía en sus obras, comentaron Barañano y Salvador, y de elementos orgánicos o antropomórficos.

En los años sesenta y setenta realizó sus obras más conocidas por el público: las esculturas de dimensiones monumentales, que anticipan posteriores intervenciones en el paisaje encuadradas en el denominado land-art.

Junto a Agnes Martin, Smith fue uno de los padres del minimalismo, aunque trabajó por separado de otros representantes de este arte como Donald Judd o Robert Morris, sobre los que influyó. Artistas a quienes se refirió Smith en un comentario muy citado: '(...) ellos realmente pensaban lo que hacían. Yo nunca pensé acerca de lo que estaba haciendo. Solamente lo hice'.

La exposición del IVAM se divide en tres bloques: el primero reúne pinturas, dibujos y maquetas; el segundo, sus esculturas de acero y piezas de bronce, y el tercero, el jardín de esculturas de la serie For... (Para...).