_
_
_
_
_
ELECCIONES EN ISRAEL

Sharon se desentiende de los acuerdos de paz pactados por Barak con los palestinos

Ariel Sharon no seguirá el camino de paz abierto por Ehud Barak. El arrollador triunfo electoral del jefe ultranacionalista del Likud en las elecciones a primer ministro de Israel (65,5% de los votos frente al 37,4%) ha colocado al nuevo jefe de Gobierno en una posición de fuerza frente al conflicto palestino. Sharon intenta dar marcha atrás, desentenderse de todos los acuerdos pactados con anterioridad entre Ehud Barak y Yasir Arafat e imponer nuevas reglas de negociación en el proceso de paz, así lo aseguró ayer un portavoz oficial del nuevo partido gubernamental.

Más información
Los laboristas tratan de pactar un líder que evite la escisión
Las bases laboristas piden que Peres lidere el partido

'No estamos dispuestos a acatar los pactos alcanzados por Ehud Barak con la Administración palestina en los últimos meses; no estamos comprometidos con ellos', aseguró ayer a EL PAÍS Mijael Adari, uno de los portavoces oficiales del partido Likud, miembro del comité central de la formación nacionalista, asesor próximo a Sharon y responsable al mismo tiempo de World Likud, la red de representaciones exteriores de la formación, un verdadero Ministerio de Exteriores del partido.

Adari recalcó que 'los acuerdos alcanzados por Barak y Arafat en los últimos tiempos carecen de legitimidad, ya que se hicieron cuando el Partido Laborista había perdido la mayoría en el Parlamento y la oposición había reclamado que se paralizaran las negociaciones', sobre todo las de Taba, en las que israelíes y palestinos confesaron haber llegado hasta las 'puertas de la paz', al ponerse aparentemente de acuerdo sobre problemas tan cruciales como Jerusalén, colonias o devolución de territorios.

'Barak pactó con los palestinos determinados aspectos del proceso de paz sin entender que ya no representaba al pueblo', insistió ayer Adari, mientras matizaba con sus declaraciones oficiales el llamamiento que el propio Sharon había hecho horas antes al formalizarse la victoria. El ganador de las elecciones pidió a sus 'vecinos palestinos que abandonen la violencia y vuelvan a la vía del diálogo, con el fin de resolver el conflicto por medios pacíficos'.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Seguridad ante todo

El nuevo primer ministro anunció en el mismo discurso una nueva filosofía de negociación con los palestinos, en la que los acuerdos estarían supeditados a la seguridad de Israel: 'El Gobierno bajo mi dirección actuará para llegar a un verdadero acuerdo político que preserve las necesidades esenciales e históricas de Israel'.

Al mismo tiempo que el Likud definía ayer su postura con respecto al proceso de paz con los palestinos, también iniciaba los primeros contactos para tratar de formar un Gabinete de unidad nacional con los laboristas. Un equipo presidido por el alcalde nacionalista de Jerusalén, Ehud Olmert, uno de los barones más radicales del Likud, trataba de ponerse en contacto con los laboristas para abrir las negociaciones.

Los laboristas, tras unas horas de indecisión y titubeos, acabaron creando por la tarde un equipo de seis dirigentes encargados de abrir las negociaciones con los nacionalistas e intentar llegar a un posible acuerdo de colaboración. El equipo estará dirigido por el secretario general del laborismo, Reman Cohen, y en el mismo participaran tres ministros: Benjamín Ben Eliazer, de Comunicación; Haim Ramon, ajunto al primer ministro, y Delia Iztik, responsable de la cartera de Medio Ambiente. En las labores del equipo participarán además otros dos diputados laboristas.

Está previsto que estas negociaciones entre laboristas y likudistas concluyan en un plazo máximo de 10 días. En el caso de que fracasaran, Sharon optaría por una coalición menor, compuesta por los partidos religiosos y nacionalistas radicales que le han acompañado en las elecciones a primer ministro y con los que se asegura un mínimo de 63 escaños en un Parlamento de 120 diputados.

'Las negociaciones con los laboristas van a ser difíciles, como consecuencia de nuestro triunfo electoral, lo que nos impide hablar con ellos en el mismo plano de igualdad', recalcó el portavoz del Likud.

En el terreno de las prioridades, el aparato del partido conservador, en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, pondrá en marcha en los próximos días una campaña de información tratando de 'reconstruir la imagen' de Ariel Sharon, deteriorada en las últimas semanas como consecuencia de una dura campaña electoral en la que se ha insistido sobre su pasado, especialmente con respecto a su responsabilidad en la matanza de palestinos en los campos de refugiados libaneses de Sabra y Chatila, en 1982, cuando era ministro de Defensa.

'La prensa europea es la única que insiste reiteradamente en este tema, quizás porque detrás de ello hay un sentimiento de culpabilidad, ya que fueron las milicias cristianas libanesas las responsables directas de las muerte', aseguraba ayer Mijael Adari tratando de minimizar este punto negro de la biografía del nuevo primer ministro israelí.

Arafat rechaza partir de cero

'No reanudaremos las negociaciones a partir de cero, sino desde donde las dejamos', anunció ayer Saeb Erekat, responsable del equipo de negociadores palestinos, en una comparecencia ante la prensa.

Erekat insistió en que 'las negociaciones con Sharon deben de reanudarse en base a las resoluciones internacionales y el fin de la ocupación, ya que en caso contrario no habrá paz'.

Las declaraciones del dirigente palestino eran una respuesta directa y tajante a las manifestaciones de Ariel Sharon, en los últimos días, que ha insistido en la necesidad de preservar la unidad e indivisibilidad de Jerusalén bajo la bandera de Israel, rechazando así la oferta de partición efectuada por Ehud Barak.

En este terreno, los palestinos cuentan con el respaldo de Egipto y la Unión Europea, que ayer dejaron claro que las conversaciones deben reanudarse donde quedaron con Barak.

'Es importante que la continuación de las negociaciones de paz se levanten sobre los progresos ya alcanzados, y que están basados en las pertinentes resoluciones del Consejo de Seguridad 242 y 338', declaró un portavoz de la UE. En un sentido similar se manifestó el ministro egipcio de Exteriores, Amer Musa, para quien 'no debe destruirse lo conseguido'.

El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, por su parte, envió ayer una carta de felicitación a Ariel Sharon, en la que expresaba asimismo su esperanza en que 'este año sea el año de la construcción de la paz, de la paz de los valientes, por el interés de los pueblos y los Estados de la región'.

Arafat trataba de recordar con esta frase -'la paz de los valientes'- las reiteradas ofertas y compromisos que en este sentido le ha estado remitiendo en los últimos 19 meses el primer ministro Ehud Barak. La felicitación, de la que dio cuenta un asistente de Sharon, fue confirmada en fuentes palestinas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_