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Zubin Mehta ve en la diversidad la solución a la crisis de público

El músico dirige hoy en Barcelona la Filarmónica de Viena

La música en directo está en crisis. Así lo reconoció ayer el director de orquesta indio Zubin Mehta, que hoy abre la temporada musical barcelonesa dirigiendo la Filarmónica de Viena en el Palau de la Música Catalana. "En Europa ya se está notando la escasez de público en los conciertos y en Estados Unidos es una realidad desde hace años. Sí, hay crisis, y la solución pasa por que las orquestas diversifiquen su programación", dijo.

"Poco puede hacer la Orquesta Filarmónica de Israel para combatir a los 50 canales de televisión que ofrecen de todo a todas horas y que le quitan público a sus conciertos", dice Zubin Mehta, titular de conjunto israelí desde 1977. "Lo mismo pasa en Berlín y en otras ciudades europeas, salvo en Viena, donde a la Filarmónica nunca le ha escaseado el público. En Estados Unidos la situación es peor. La escasez de público en los conciertos es general, pero no creo que las orquestas lleguen a desaparecer. Tienen que adecuar sus programaciones a los nuevos gustos, y eso significa hacer cambios, ofrecer una programación más diversificada y, probablemente, reducir o hacer desaparecer los conciertos de abono, que no gustan a la gente".Mehta asegura que no es cierto que a los jóvenes, el público del futuro, no les interese la música clásica. "Tienen sus preferencias en los repertorios y se han inclinado claramente por la música barroca y la contemporánea. La música barroca tiene orquestas especializadas, aunque no todos creemos que sean las únicas que pueden interpretar esa música. Yo mismo dirijo música barroca con la Filarmónica de Israel. La interpretación de la música contemporánea no supone ningún problema, pero aunque esos jóvenes sean el público del futuro, una orquesta sinfónica no puede vivir sin Beethoven, Chaikovski, Mahler o Brahms, por poner sólo cuatro ejemplos".

El director indio -que dirigirá esta noche, en el Palau de la Música de Barcelona, la Sinfonía número 8 de Bruckner, interpretada por la Filarmónica de Viena en el único concierto español de la gira europea que realiza el célebre conjunto austriaco- frunció ayer el ceño cuando alguien le preguntó por la elección del británico Simon Rattle por los filarmónicos berlineses como su director titular de una lista en la que figuraba el nombre del propio Zubin Mehta. "No he venido a hablar de la Filarmónica de Berlín", dijo tajante. Y apostilló: "Es la elección de la orquesta".

Zubin Mehta aseguró que las orquestas son ahora mucho mejores que hace 30 años, y sobre los jóvenes directores que coparán los podios en el futuro olvidó Berlín y sentenció: "Si quieren saber quiénes serán los grandes directores de orquesta del futuro sólo hay que hacer una cosa: mirar la programación de la Filarmónica de Viena".

Indio parsi, Mehta se siente muy cerca del pueblo judío, con el que está vinculado desde que hace más de 20 años asumió la titularidad de la Filarmónica de Israel. Sobre el proceso de paz entre judíos y palestinos, que sigue muy de cerca, dijo: "La única solución para el futuro es que dos pueblos tan diferentes quieran convivir juntos. Hay radicales que no quieren que eso llegue a suceder, pero la mayoría de la gente sí lo quiere". La contribución a la paz por parte del director de orquesta es a través de la música. "Daniel Barenboim y yo hemos dirigido conciertos en los que músicos judíos y árabes compartían escenario. Nosotros vemos ya así el futuro, pero desde épocas bíblicas el tiempo se mide allí de forma diferente. Y lo que no podemos hacer es apresurarles. Necesitan su tiempo".

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